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Derecho a la intimidad

17 de marzo de 2007

Una inusual voz de protesta alzaron la semana pasada en Cali más de 300 transexuales de la Fundación GLTB Santa María. Su molestia se origina por los supuestos abusos y vejámenes que sufren por parte del Inpec, entidad que maneja las cárceles de Colombia, a la hora de visitar a sus compañeros sentimentales que están presos. Según la fundación, les están negando su derecho a la visita conyugal debido a su condición sexual. Karina y Victoria fueron las primeras dos transexuales que se atrevieron a quejarse ante el despacho del defensor del pueblo del Valle, Andrés Santamaría Garrido. “Hace dos años y medio que no veo a mi esposo porque no me dejan entrar los domingos, con el resto de mujeres”, dice Karina, mientras Victoria agrega: “nos han hecho desnudar, nos han tocado y se han burlado de nosotras”. La Defensoría, que adelanta una campaña por el respeto a los derechos de esta minoría, envió una carta al Inpec reclamando por la vulneración del derecho a la intimidad, a la igualdad y al libre desarrollo de la personalidad de los transexuales caleños.