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Disco rayado

31 de enero de 2009

Al contrario de lo que se ha dicho, no fue Internet sino la ambición de la industria y sus propietarios lo que ocasionó la crisis que vive la música en el mundo. Ese es el planteamiento del periodista Steve Knoper, de la revista Rolling Stone, quien acaba de publicar Appetite For Self-destruction. The Spectacular Crash Of The Record Industry In The Digital Age, que ha causado gran polémica en el mundo. Según el libro, que revela los secretos y los pecados de la industria musical, su primer error ocurrió a comienzos de los 80, cuando lanzó el CD con el argumento de que era mejor que los vinilos. Esto le permitió duplicar el valor del producto bajo el pretexto de que era más caro producirlo. A esto se sumó el hecho de que eliminaron los discos sencillos y los cambiaron por CD llenos de malas canciones.

El segundo error se originó cuando la industria decidió firmar millonarios contratos con las estrellas, que obligaron a las disqueras a tener que vender más y más CD. Y la tercera y mayor equivocación de la industria, catalogada por Knoper como tacaña, mezquina y autodestructiva, ocurrió en 2000, cuando los gigantes se reunieron con Napster, el portal por el que todo el mundo ‘bajaba’ música gratis, para hacer un trato. La idea era legalizar ese portal a cambio de una parte de los ingresos. Pero el acuerdo nunca se dio, pues las disqueras exigieron nada menos que el 91 por ciento. Esto no sólo las sacó del negocio, sino que terminó entregándoselo a otros, como iTunes.