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| Foto: Guillermo Torres

ENFOQUE

¡A exportar se dijo!

La caída de las exportaciones es un llamado a replantear la estrategia del país. Por eso, el gobierno y el sector privado firmaron un compromiso para conquistar nuevos mercados con productos no tradicionales.

27 de febrero de 2016

La desaceleración económica, los bajos precios del petróleo y la caída de la demanda han cambiado los planes del gobierno y los empresarios, y la dependencia de los productos minero-energéticos ya pasa factura en las cuentas nacionales. Por eso, según los expertos, llegó la hora de acelerar la diversificación de mercados y productos.

Para impulsar las exportaciones no tradicionales, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, ProColombia, Analdex y la Andi firmaron el jueves un pacto exportador. Allí, el gobierno se compromete a ayudar a los empresarios a superar los obstáculos para vender en el extranjero, mientras que el sector privado tendrá que ser más competitivo e innovar su oferta. Cecilia Álvarez-Correa, jefa de esa cartera, reconoce que incrementar las ventas internacionales no será fácil, pero sabe que será necesario acabar con la dependencia del petróleo.

El gobierno ya se trazó una meta ambiciosa: lograr exportaciones no minero-energéticas de bienes y servicios por 30.000 millones de dólares en 2018. Sin embargo, hay barreras a la hora de salir a conquistar mercados: el tema fiscal, la regulación y la cantidad de trámites exigidos. De esto se desprende la dificultad para financiar nuevas líneas de producción debido a los altos costos fiscales, la ineficiencia y la demora en procesos aduaneros.

El compromiso exportador se firmó en el encuentro ‘Colombia exporta’, organizado por Foros Semana. Gabriel Echavarría, presidente de la junta directiva de Compas y accionista de Corona, llamó al Ministerio de Comercio y a ProColombia a promover y hacer más atractivas las herramientas y, así, “seducir a los empresarios e impulsarlos a tomar riesgos”.

En 2016, el país enfrenta una reforma tributaria estructural, un crecimiento por debajo de 3 por ciento, la caída de los precios del petróleo y la financiación del posconflicto. Todos esos factores harán el panorama más difícil. En este contexto, la devaluación del peso alentará a los empresarios para que hagan la tarea.