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El actor Alejandro Martínez

11 de abril de 2009

“Manuelaaaaa!” tararea la gente cuando recuerda a Alejandro Martínez, la estrofa de una de las canciones que lo hizo famoso en los 90, cuando era uno de los galanes más cotizados de la televisión y un cantante que pegaba fuerte en la radio. Martínez, bogotano de 42 años, que fue considerado como el “hombre más sexy de Colombia” en 1996, se graduó de comunicador en 1985, pero desde el primer semestre se metió de lleno en la actuación. Un camino que empezó en Ellas, y prosiguió en decenas de producciones como La rosa de los vientos, Eternamente Manuela en 1995, Pobre Pablo en 2000 o Francisco el matemático, además de papeles en el teatro con Fanny Mikey o Jorge Alí Triana. Pero tal vez, lo que más recuerda el público es su papel de Cristóbal en La maldición del paraíso, de 1993, un rol que marcó a Alejandro Martínez al extremo que bautizó a su hijo, que nació hace tres meses, con ese nombre. En paralelo a su papel de galán, Alejandro Martínez se metió en la música desde muy joven, primero en el coro del conservatorio nacional y después empuñando la guitarra, lo que lo llevó a grabar varios discos. Ahora, después de un paréntesis de varios años por fuera de los sets, que aprovechó para irse hasta Chile en carro y participar en un reality en Hungría, Alejandro Martínez está actuando en una nueva producción de Teleset, como cura. También piensa sacar un nuevo disco este año. El poco tiempo que le sobra Martínez lo reparte ocupándose de su hijo, yendo a su finca en Sesquilé a montar su yegua Carmela y renovando una casa en Chapinero para abrir un café. Y, dice Alejandro Martínez, desde que dejó de ser el típico galán de telenovela, que “hago muchas cosas sin esperar los resultados”.