El ‘colao’ del papamóvil

Por estos días el país anda sorprendido con las misteriosas apariciones de Diego Fernando Serna Alzate, el hombre que hizo de edecán del presidente Hugo Chávez en una visita a Bogotá. Una situación semejante la protagonizó Miguel Ignacio Bermúdez cuando se ‘colo’ en todos los actos oficiales de la visita del papa Juan Pablo II, el primero de julio de 1986, a la capital. El fue el primer colombiano que en aquella ocasión saludó a Su Santidad y además lo acompañó en el papamóvil durante el trayecto. Hoy, a sus 42 años, recuerda con orgullo su hazaña en su casa del barrio Paulo VI de Bogotá, en donde vive en compañía de su esposa y sus dos hijos. Después de semejante acontecimiento se dedicó a trabajar para impulsar la cultura de la bicicleta, la construcción de ciclorrutas y de ciclovías. De hecho, gran parte de estos espacios de recreación recibieron su apoyo desde su posición como gerente de la Fundación Amigos de la Bicicleta. “Hay que ser cortés con los servicios de seguridad, tratar bien a todo el mundo y actuar con naturalidad. Así hice yo al punto que la Guardia Suiza y los escoltas colombianos pensaron, cada uno por su lado, ese señor tan educado debe ser de ellos”, dice.