El metro de Cali

Por estos días, asfixiados en sus buses, los caleños se enteran de las comodidades del metro de Medellín y el Transmilenio de Bogotá. Hace unos meses tuvieron la ilusión de que las cosas allí serían similares tras el publicitado proyecto del sistema de transporte masivo Metrocali. Incluso en la estación del ferrocarril se colocó un vagón para mostrarle a la gente el modelo de la obra. El vagón, sin embargo, hoy está abandonado entre arbustos y los 5.000 millones de pesos invertidos en los estudios de factibilidad se esfumaron. ¿Que pasó? A la Alcaldía llegó Jhon Maro Rodríguez, quien descartó su construcción con el argumento de que no iba a hipotecar el municipio. Sus críticos aseguran que no siguió adelante por un compromiso contraído durante la campaña electoral con Alberto Alfaro, propietario de una de las empresas más poderosas de buses, como quedó en evidencia al nombrar a la esposa de éste, Francia Helena Lenis, como secretaria de la Alcaldía. Lo cierto es que hoy el nuevo presidente de Metrocali, Ramiro Perlaza, insiste en pedir tiempo para tomar una decisión definitiva de qué hacer. Las soluciones pasan por hacer un Transmilenio similar al de Bogotá, un tren ligero o un sistema con buses articulados o tranvía. Con todos pueden aprovecharse las obras de plataforma urbana que se gastaron para Metrocali y que tuvieron un costo de 66.000 millones de pesos adicionales al estudio de factibilidad. De lo contrario, sería otra plata que también se perdería.