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El paseo de la muerte

4 de marzo de 2006

Su nombre era Joan Andrés Alfaro Urieta y sólo tenía 11 años. Se enfermó de dengue hemorrágico por lo que su angustiada madre, Dennys Urieta Rojas, corrió presurosa a la primera clínica que encontró en su camino. Eran las 8 de la noche. En Barranquilla le negaron la atención porque si bien contaba con la EPS Colmédicas, sólo tenía 26 semanas cotizadas y la burocracia hospitalaria exigía 100. El pequeño empezó a agravarse, se puso lívido, se iba. Su progenitora, sin embargo, sacó fuerzas de donde pudo y corrió a otra clínica. Allí también le cerraron las puertas con el mismo argumento. Ella no desistió en su lucha por salvar a su hijo. Así que se marchó con él, entre sus brazos, a una tercera y luego a una cuarta... En total fue a seis clínicas de la ciudad. El niño se le murió a las 3 de la tarde del día siguiente. Ella cayó exhausta y profundamente dolida por la pérdida de su criatura. La semana pasada estaba sola y desconsolada. Su silencioso llanto debería avergonzar a todo un país que tiene semejante sistema de salud.