El robo de tierra en Urabá

Que la expoliación de tierras es uno de los capítulos más siniestros y difíciles de desentrañar del conflicto armado en Colombia lo confirmó el presidente Juan Manuel Santos, cuando dijo que en Urabá se encontraron maniobras fraudulentas, con complicidad de funcionarios del Estado, en la compraventa de 42.000 hectáreas de tierras y que uno de los principales compradores fue el Fondo de Ganaderos de Córdoba.

El superintendente de Notariado y Registro, Jorge Enrique Vélez, detalló al día siguiente en Medellín que una revisión de documentos en la Oficina de Registro Público de Turbo, que cobija a seis municipios, mostró que 41.790 hectáreas en 1.400 predios, habrían sido despojadas o vendidas mediante suplantación, falsificación de resoluciones y otros fraudes. “La persona jurídica que más tierras ha comprado en la zona del Urabá mediante maniobras fraudulentas” es el Fondo Ganadero de Córdoba, dijo, señalando el papel estelar en este fraude de Sor Teresa Gómez, administradora de una fundación de los paramilitares Castaño y prófuga de la justicia por el asesinato de Yolanda Izquierdo, líder del reclamo de tierras en Córdoba.

Es paradójico que tales denuncias se hagan desde el alto gobierno mientras, desde otros sectores, se adelantan campañas de desprestigio contra Carmen Palencia (centro) y Gerardo Vega, líderes de la Asociación Tierra y Vida, que han hecho una contribución decisiva para que el país conozca el robo de tierras en Urabá.