El tiro por la culata

El nombramiento del empresario Francisco Lourido como gobernador encargado del Valle, hecho a última hora por el gobierno saliente, desató la furia del destituido Juan Carlos Abadía. Lourido no estaba en la terna que propuso su partido para reemplazarlo ni hacía parte de la estructura política con la que había llegado al poder el ex gobernador, quien fue destituido e inhabilitado durante diez años por la Procuraduría. La molestia se explica porque Lourido no viene de las toldas ‘abadistas’ y, por el contrario, es muy cercano al vicepresidente Angelino Garzón y a los empresarios del Valle, dos vertientes alejadas de su gobierno. Esto podría implicar cambios burocráticos y de políticas en lo que resta de esta administración.