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| Foto: Felipe Caicedo / El Tiempo

ENFOQUE POLÍTICO

El tiro por la culata

Al descontento ciudadano por el cobro del impuesto de valorización en Bogotá podría sumársele el disgusto por el aumento en la tarifa del aseo no cobrado en diciembre.

16 de febrero de 2013

Al descontento ciudadano por el cobro del impuesto de valorización en Bogotá podría sumársele el disgusto por el aumento en la tarifa del aseo no cobrado en diciembre. El polémico impuesto que llegó a las casas de los bogotanos no fue idea del alcalde Gustavo Petro, sino de las administraciones anteriores con la anuencia del Concejo. Y aunque está bien intencionado –porque en teoría pretende mejorar la ciudad– el problema no son los fines que persigue, sino el ánimo de los bogotanos cuando advierten que sus impuestos no han sido usados de la mejor manera. Petro ya dijo que lo reestructuraría, pero desde hace un año debió prever lo que pasaría. De otro lado, la semana pasada se conoció la noticia de que en los próximos cinco meses se cobrarán los 13 días (en algunos casos menos) que el Distrito no cargó en diciembre por el servicio de aseo, pues apenas comenzaba la transición al nuevo esquema. Eso significa un aumento en la tarifa que podría ir desde 150 pesos hasta 25.000 pesos. El director comercial del Acueducto, Luis Eduardo Marín, indicó que ese cobro se hará de manera diferida. No obstante, en lugar de bajar la tarifa, como prometió Petro, aumentará, así sea marginalmente. No hay nada peor para un gobernante que su mensaje se contradiga con lo que hace o lo que deja de hacer.