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| Foto: Daniel Reina

CASO

La lección del caso de Alonso Salazar

Con el fallo del Consejo de Estado es la primera vez que se deja al descubierto los excesos del procurador Alejandro Ordóñez.

29 de marzo de 2014

El fallo del Consejo de Estado que le dio la razón al exalcalde de Medellín Alonso Salazar y tumbó la sanción que le había impuesto la Procuraduría, no solo reivindica a un representante de una nueva generación de políticos independientes, sino que tiene un significado aún más importante: es la primera vez que esta Alta Corte deja al descubierto los excesos del procurador Alejandro Ordóñez. 

Hasta ahora a este solo se le había enfrentado la Corte Constitucional, que tuvo un duro rifirrafe con él cuando le exigió que respetara el fallo que permite el aborto en tres casos puntuales. 

La sanción contra Salazar, desde el principio, fue señalada como una enorme injusticia del procurador. El entonces burgomaestre había denunciado la posible participación de paramilitares
en una de las campañas a la Alcaldía, y entregado evidencias a las autoridades, por lo cual Ordóñez lo destituyó por participar en política.

El magistrado Gustavo Gómez Aranguren hizo la ponencia que tumbó el fallo de la Procuraduría por considerar “desproporcionada” la sanción. En vez de la destitución e inhabilidad amonestó a Salazar y lo autorizó a volver a hacer política. “Queda en una sanción disciplinaria de amonestación porque el hecho que se demostró fue básicamente haber emitido en su cuenta de Twitter una información sobre un candidato a la Alcaldía de Medellín en aquel entonces y haber dado unas declaraciones de
prensa sobre infiltración del paramilitarismo en las elecciones”.