Fuerza, estilo, inspiración

Hugo Rodallega nació el 25 de julio de 1985 en Candelaria, Valle. Se inició en el fútbol en el Club Los Pepinos. Desde niño exhibió algunos rasgos de las características que mostró en toda su dimensión el jueves pasado con la selección Sub-20 ante Bolivia: fuerza, estilo, inspiración. Cuando era un pequeñín hacía lo mismo de esa noche de gloria: corría con un tranco largo, con los pies apenas tocando el césped, y por los aires agarraba la pelota y anotaba feliz. Entonces era un niño pobre y soñador. Le gustaba imaginarse como una estrella. Seguro en aquella época dibujó en su mente la espléndida jornada hecha realidad en el estadio Centenario de Armenia: en un solo tiempo anotó cuatro goles. Todo un récord. Desde ya muchos ojeadores de equipos profesionales le siguen la huella, averiguan sus capacidades, sus virtudes, sus defectos. Ya algunos se imaginan que con él pueden hacer el gran negocio. Es posible. Como también es posible que él se convierta en la figura del fútbol colombiano. Pero, ¡cuidado! Hasta ahora es un muchacho que refleja gran talento. Hay que llevarlo con cuidado y no pedirle en lo que no puede dar. Él por ahora está en proceso de una formación en la que ya ha demostrado sus flaquezas. No hay que olvidar que a pesar de haber sido el máximo goleador del Atlético Quindío (11 goles en el Torneo Finalización), el profesor Eduardo Lara lo había excluido de esta selección por actos de indisciplina. Hasta ahora es un muchacho feliz que se inició en Los Pepinos.