Gaviria en su laberinto

El ex presidente Gaviria recibió en el último congreso liberal, que lo reeligió como jefe único, plenos poderes para otorgar avales y hacer coaliciones con los candidatos a las elecciones de alcaldes y gobernadores. Todo indica que ese impresionante triunfo venía con más de una papa caliente.

En Cundinamarca, una carta de Gaviria fue interpretada como una autorización para no votar por el candidato oficial a la Gobernación, Andrés González, sino por el aspirante de Cambio Radical, el ex gobernador Álvaro Cruz, porque lo apoyan liberales de ‘racamandaca’ como Camilo Sánchez. Hay enfadados en todas las filas.

En Cauca, la pelea está entre un liberal, Eduardo José González, y un militante del uribismo, Guillermo Alberto González, que regresó arrepentido. El primero tiene la confianza de la mayoría de los senadores, el otro, los votos, apoyos controvertidos y la maquinaria del gobernador. ¿A quién le dará el aval el gran jefe? ¿Pierde con cara y pierde con sello?

En La Guajira, Gaviria le dio la bendición a Carlos Murgas, y dejó a un lado al ex senador Amílkar Acosta, fiel agitador del trapo rojo durante varios años. El pobre Amílkar no es el único que no entiende nada.