Hace 20 años se desmovilizó el EPL

El primero de marzo de 1991, 2.200 combatientes del EPL, congregados en cinco campamentos en Urabá, el centro de Antioquia, Risaralda, Córdoba y Norte de Santander, pusieron fin a 23 años de ‘guerra popular prolongada’, entregaron sus armas y se embarcaron en el movimiento político Esperanza, Paz y Libertad.

Del total de desmovilizados, que pasaron del monte a tener cuatro representantes en la Constituyente del 91, 500 murieron en refriegas, unos aliados con los paramilitares de Carlos Castaño contra las Farc, otros rearmados para defenderse en los fugaces Comandos Populares. Su movimiento político terminó desapareciendo y muchos pasaron a la Alianza Democrática M-19.

El proceso valió la pena. No se trató de una amnistía completa: 120 guerrilleros fueron a prisión, por delitos no indultables. Veinte años después de la desmovilización, muchos antiguos líderes están en el liberalismo, en los verdes, en el Polo y algunos incluso fueron destacados funcionarios uribistas.