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Hipótesis macabra

6 de junio de 2009

Seis millones de pesos parecen haber sido el motivo para que Édgar Hernández, de 19 años; Ermison Sánchez, de 14, y otra niña de esa misma edad, dispararan contra Patricia Mejía, una abogada de 28 años que se encontraba en las últimas semanas de embarazo. Las autoridades judiciales de Medellín han encontrado que la joven litigante había defendido a un criminal que se encuentra preso en la cárcel de Bellavista y había cobrado la suma de seis millones de pesos. Pero el hombre había sido, de todos modos, condenado. Los niños sicarios, al parecer, le cobraron el dinero segundos antes de matarla. El caso ha causado conmoción no sólo porque a pesar de la muerte de la abogada se salvó el bebé que llevaba en el vientre, sino porque se constató que las oficinas de sicarios de Medellín reclutan niños, los entrenan para matar y para mentirles a las autoridades sobre su edad. Se escudan en las leyes que son indulgentes con los menores infractores para cometer crímenes brutales como este.