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"HOLLYWOOD SIGUE DISCRIMINANDO"

Harry Belafonte habla con SEMANA

6 de febrero de 1989

Tiene el pelo muy blanco y la voz más ronca, sigue siendo galante con las mujeres y paciente con los periodistas y turistas que lo acribillan a fotos cuando lo descubren entrando al restaurante "La bodeguita del medio" en la zona antigua de La Habana. Entra y sale de Cuba cuando quiere y varios documentales, especialmente uno, "A veces miro mi vida" de Orlando Rojas, recogen esas frecuentes visitas. Alberto Duque Lopez, colaborador de SEMANA, hablo con Belafonte durante el reciente Festival de Cine Latinoamericano, en La Habana.

SEMANA: ¿De dónde viene esa atracción mutua con los cubanos?
Harry Belafonte: Además de la simpatía, además de los nexos humanos y sentimentales que nos unen, me identifico con numerosos aspectos sociales de los cubanos, entiendo su lucha permanente para salir adelante, la supervivencia aun en medio del bloqueo más lamentable y, además estando aquí lo mismo que en Africa he comprendido mejor las raíces de los negros norteamericanos. Esta batalla que algunos ciegos no quieren ver, no finaliza por ahora. Es la misma batalla que los negros norteamericanos siguen dando, una batalla que abarca otros pueblos, otras distancias.
S.: ¿Cree que los negros en Estados Unidos han avanzado lo suficienfe?
H.B: En muchas zonas de Estados Unidos la situación de los negros es igual o quizás peor que durante el siglo pasado. El sentido de la segregación, esa intolerancia que esta tan arraigada, no pueden borrarse de la noche a la mañana y los negros lo saben y por eso no descansan. Por supuesto que en la mayoría de ciudades y Estados los negros ocupan el lugar que deben ocupar, como parte fundamental de un pueblo y esas nuevas generaciones, preparadas y estudiosas, ayudarán más a que las cosas sigan cambiando.
S.: ¿Ese cambio también puede aplicarse a la situación de los actores negros?
H.B.: Pienso que nunca como ahora los actores negros habian estado tan discriminados y rechazados por Hollywood y su cine comercial. Existe un sindicato que supuestamente debe defenderlos, darles empleo, conseguirles buenos papeles y guiones, pero en los últimos años hemos presenciado un declive absoluto de ese sindicato, y asistimos al espectáculo denigrante de excelentes actores negros reducidos a los papeles de siempre:
sirvientes o matones o campesinos ignorantes. No entiendo como un actor tan excelente como Sidney Poitier tiene que seguir con los brazos cruzados. El desempleo entre los actores negros es preocupante, vergonzoso.
S.: Pero, esos actores, ese sindicato, ¿por qué no se quejan ante la opinión pública?
H.B.: ¿Cuál opinión pública? Eso no existe, usted sabe que los medios de difusión norteamericanos no están interesados en proporcionar una salida real a la cultura de esa minoría.Cuando lo hacen, cuando publican algo o entrevistan a un actor negro buscan la imagen de siempre: esa imagen vergonzosa y falsa de los negros sometidos a los demás. Claro que hay excepciones pero son muy aisladas.
S.: ¿Esa situación de los actores se extiende a otros artistas negros?
H.B.: Todo lo que tenga que ver con los negros es preocupante y la situación no sólo se refiere a los actores, también incluye a escritores y pintores y artesanos valiosos. Uno tiene que preguntarse por qué no vemos nuevos actores negros, por qué no tenemos a nuevos escritores negros, por qué no miramos la obra de nuevos pintores negros... Es que en estos momentos impera la mentalidad Rambo y mientras proporcione ganancias, nada cambiará; la violencia será el juego y los negros seguirán discriminados, aunque, digo, hay excepciones pero pocas.

S.:¿Cómo anda su proyecto sobre los Mandela?
H.B.: Llevo varios años trabajando en un proyecto de hacer una película para cine y televisión sobre Nelson y Winnie Mandela. La verdad es que esos personajes siempre me habian golpeado, pero fue en 1986 cuando estuve en varios países africanos, cuando miré de cerca los estragos del hambre y las sequías, cuando hablé con las víctimas de la segregación en Sudáfrica, cuando me reuní con líderes africanos que me hicieron comprender mejor lo que representa ser negro en muchos países africanos, cuando decidí hacer una película que no sólo abarcara la vida y la pelea de los Mandela, sino que también tuviera ingredientes de esa lucha de los pueblos africanos por alcanzar su plena liberación.
S.: ¿Por qué no ha iniciado el rodaje todavía?
H.B.: Bueno, se supone que en las próximas semanas, el escritor sudafricano encargado de la redaccion del guión, pueda salir de la cárcel donde lleva tres años y se siente a escribir, con la colaboración de un guionista norteamericano, el libro que necesitamos para iniciar la preproducción y luego la producción y el rodaje. Otro elemento que incidió en el retraso de nuestros planes fue la huelga prolongada de los guionistas sindicalizados en Hollywood, pero ya todo vuelve a la normalidad y espero estar estrenando esta película en menos de dos años.
S.: ¿Siempre tiene tanta paciencia en la vida?
H.B.: Muchas veces la paciencia ha sido la única forma de sobrevivir.
S.: Regresando a los Mandela, ¿tiene ya algunos actores escogidos?
H.B.: Si las cosas no se tuercen, Sidney Poitier hará de Nelson Mandela y también actuarán Marlon Brando y Jane Fonda, entre otros acores conocidos.
S.: ¿ Trabajará sólo con estrellas?
H.B.: Usted sabe que el cine tiene que llamar la atención del público y si éste no se topa con actores conocidos y famosos, entonces el proyecto arranca cojeando. Por otra parte, los tres actores que cité son personas que de una u otra forma han estado involucradas durante muchos años en la lucha por los derechos de las minorías en Estados Unidos. De modo que además de excelentes "ganchos" para el público, tambien harán su trabajo por convicción personal.
S.: La película se rodaría en Africa...
H.B.: Por costos, parte en Africa y en estudios ingleses. Además, la actriz que hará de Winnie Mandela no la hemos escogido todavía, la estamos dejando de última aunque ya hay algunos contactos. De todos modos los africanos, los negros, tendrán una participación fundamental en este proyecto.
S.: ¿Cómo ha llevado paralelamente su trabajo como embajador ambulante del Unicef, músico, activista político y actor?
H.B.: Pienso que todo forma parte de todo. Precisamente este trabajo con el Unicef es lo que más ha influido en mi pensamiento artistico y a través de él he encontrado el material más rico para mis canciones y mis películas. Mi preocupación por la niñez, especialmente en los países subdesarrollados, me ha llevado a frecuentes viajes por Africa, Asia y América: he visto el dolor de cerca, he conocido sus crisis y también he descubierto filones artísticos inagotables.
S.: Parte de su vida ha sido dura, combativa, inclusive llena de peligros. A estas alturas, ¿cómo se siente, piensa que ha conseguido lo que quería?
H.B.: Todo lo que tengo se lo debo a Dios. Si uno no tiene fe en El y en uno mismo, y en la gente que lo rodea, entonces está perdido. Nadie puede decir que ha conseguido plenamente lo que buscaba, pero... ¿qué buscaba yo? ¿Comunicar a los demás, por medio de mis canciones, mi música, mi reducido talento, todas las inquietudes que me acosaban? ¿Contribuir a que mi gente fuera más libre, que identificara mejor sus pesares, sus conflictos? ¿Qué buscaba en la vida: dinero, fama, esa celebridad que los medios de comunicación te otorgan y te quitan cuando quieren? La respuesta podría ser ésta: me siento contento con lo que soy, con lo que represento, quiero seguir trabajando por mi gente, quiero seguir denunciando en foros como éste de La Habana la segregación contra los negros, en todo el mundo, una segregación que es injusta y retrasada.
S.: ¿Cree que el nuevo gobierno norteamericano quiera plantear un cambio en su política hacia Centroamérica?
H.B.: La verdad es que no encuentro muchas diferencias entre Bush y Reagan, pero sé que en el círculo de colaboradores del nuevo presidente hay la tendencia a un cambio de actitud hacia Cuba y Nicaragua. Por lo pronto sé que los "contras" están llamados a quedarse sin apoyo alguno.
S.: Finalmente, ¿está contento con lo, que hace actualmente, cómo se mira dentro del arte norteamericano de los últimos años? H.B.: Otros artistas seguramente tienen mas dinero y más poder y más fama, pero ellos no estuvieron al lado de Martin Luther King en los peores momentos, ni han estado en contacto con la gente que se muere de hambre y soledad, ni han visto como yo el corazón verde de la llanura africana. Ellos mismos se han privado y están esclavizados por su mismo poder, están enfermos, volaron a favor del diablo en su vida y su arte, y si alguien les pregunta por mi, dirán que yo soy una víctima, pero lo cierto es que sé lo que es ser y estoy contento de ser como soy...