Home

Enfoque

Artículo

internacional

La divina comedia

Sorpresa por el pavo falso que llevó Bush a Irak y la visita de la reina Isabel II a un mercado de mentiras

8 de diciembre de 2003

Una cena de plástico



El publicitado viaje relámpago del presidente George W. Bush a Bagdad para celebrar el Día de Acción de Gracias con las tropas allí destinadas pierde puntos día a día hasta convertirse en un chiste callejero. El periódico The Washington Post aseguró que fuentes de la Casa Blanca reconocieron que el suculento y magnífico pavo que el sonriente Bush les ofreció a sus sorprendidos soldados no era "para comer", sino pura decoración, un "pavo de juguete" para tomar una foto que le dio la vuelta al mundo. Los 600 soldados comieron en sus bandejas humeantes la tradicional ración militar y no la apetecida delicia que mostraron las cámaras.



El mercado ficticio



La visita de Estado de la reina Isabel a Nigeria para ratificar los lazos de solidaridad de la corona con el país africano pierde puntos y provoca la hilaridad de muchos. La reina estuvo en la aldea de Karu, y ante las cámaras de la televisión se detuvo, habló con los pobladores e intercambió diálogos cotidianos. Los niños le respondieron con cantos y vivas a su bandera. En realidad, los habitantes eran actores naturales que fueron previamente seleccionados y el escenario no era otra cosa que una llamativa y bien detallada maqueta. Afuera, los centenares de los residentes de Karu miraron la visita a través de una pantalla gigante pues no se les permitió acceder a este montaje hecho también para la televisión.