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La obsesión por el Libertador

28 de julio de 2012

“Ha causado mucho impacto en el mundo entero mirar a Bolívar como si estuviera aquí, físicamente, su mirada, su estampa de varón revolucionario, soldado patriota”, dijo el presidente Hugo Chávez. Lo hizo convencido de que el “nuevo rostro computarizado” de Simón Bolívar, que dio a conocer la semana pasada, es el verdadero, y el único del Libertador.

Develó la imagen con ocasión de los 229 años del natalicio y la calificó como el resultado de una investigación científica exhaustiva. Lo cierto es que el hecho dejó boquiabiertos a muchos, especialmente a los historiadores, que durante años han estudiado la extensa iconografía que existe sobre Bolívar.

SEMANA consultó la opinión de expertos que coincidieron en calificar la revelación como otra de las locuras de Chávez. También opinan que los cuadros pintados por artistas que sí conocieron al Libertador son más fidedignos que un rostro computarizado. Este, sin duda, es un capítulo más de una novela que el presidente venezolano no quiere terminar jamás.

Para completar la confusión, el presidente del Instituto Venezolano de Genealogía, Antonio Herrera-Vaillant, afirmó que Henrique Capriles, el candidato opositor de Chávez, es el sobrino octavo del Libertador, por cuenta de Juan Agustín Bolívar, medio hermano del Libertador, que nació 30 años antes de Simón. Molesto, Chávez minimizó el hecho diciendo, “si eso fuera cierto, tampoco garantiza nada”.
 
Inés Quintero, historiadora, profesora titular de la universidad Central de Venezuela
 
"Mi preocupación es que Chávez quiere construir un referente único. El problema es pretender que no hay otra imagen que represente a Bolívar con exactitud. ni siquiera el retrato certificado por Bolívar sería válido".
 
Alvaro Tirado Mejía, historiador colombiano
 
"Estas son cosas para entretener al pueblo . Ya hay retratos de gente que conoció a bolÍvar, y yo me fío más de eso que de lo que dijo Chávez".
 
Alberto Barrera Tyska, escritor venezolano
 
"El gobierno promueve una impostura emocional que tiene más que ver con la campaña electoral que con la realidad. Siento que todo esto es parte del anhelo
simbólico de Chávez".