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QUÉ PASÓ CON...

La tenista Fabiola Zuluaga

28 de marzo de 2009

A pesar de que en 2005 alcanzó el puesto 16 en el ranking de la ATP, ganó 14 títulos profesionales y recorrió medio mundo con su raqueta, Fabiola Zuluaga dice, con la misma precisión que su revés, que el  tenis no le hace “ni cinco de falta”. Esta cucuteña de 30 años dejó el deporte blanco hace cuatro, cansada de las lesiones, de sentir que su vida se iba de aeropuerto en aeropuerto, pero sobre todo porque ya no gozaba en las canchas. Fabiola, fanática a morir de Carlos Vives, es considerada la mejor jugadora de la historia del tenis colombiano. Una pasión que empezó a los 7 años, en el Tenis Club de Cúcuta, y que se consolidó a los 11 cuando, al tratar de seguirle los pasos a su ídolo Gabriela Sabatini, sacrificó su familia por irse a Bogotá para pegarle a la pelota 10 horas diarias. Después de dominar circuitos regionales, campeonatos nacionales y torneos suramericanos, en 1996 se volvió profesional en el equipo Colsanitas. A pesar de jugar sólo nueve años, Fabiola disputó casi 500 partidos, donde enfrentó a las grandes del deporte, compitió en los principales torneos del circuito WTA, en los Juegos Olímpicos y llegó hasta la semifinal del Abierto de Australia en 2004, uno de los cuatro Grand Slams. Una rica carrera que hoy le permite ver con tranquilidad el futuro, cuidando a su hijo Jacobo, de 2 años, mientras ve la novela El último matrimonio feliz y espera dar a luz a Manuela en abril. Aunque no descarta que a sus hijos algún día les guste el polvo de ladrillo, los smash y las voleas, por ahora no está pendiente del deporte blanco. Y no es el nivel actual de los colombianos lo que la va a convencer de lo contrario, pues para Fabiola “en el tenis ahora somos del montón”.