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LAS ARMAS DEL BRASIL

Con ventas anuales por 2.500 millones de dólares, Brasil dentro de las potencias mundiales en producción de armamento

29 de diciembre de 1986

Para el mundo de las apariencias Brasil es samba, Chico Buarque, sol permanente bañando a las garotas de Ipanema, mucho café Jorge Amado, el mejor fútbol do mondo, Roberta Close y tres o cuatra cosas más. Pero detrás de esa fachada de tarjeta postal, hay un Brasil cuya poderío económico no se queda en el desarrollo de industrias tradicionales ni en la simple explotación de la riqueza minera, sino que llega a un campo poco común las armas.

Y llega con la fuerza y la rapidez de un milagro. Hace diez años este subcontinente (ocho millones y medio de kilómetros cuadrados, casi 150 millones de habitantes) era un tosco productor de explosivos y algunas armas elementales y hoy por hoy su industria bélica se cuenta entre las diez primeras del mundo, con ventas anuales que llegan a los 2.500 millones de dólares.

TECNOLOGIA BRASILEÑA
Para comenzar a desarrollar esta industria, el Brasil montó sus expectativas en dos organismos básicos y los dotó de presupuestos y recursos humanos para que pudieran funcionar con comodidad y buena perspectiva. El Centro Tecnológico Aeroespacial, de San José de Campos, y el Centro Tecnológico del Ejército y de la Marina, en Rio de Janeiro, fueron los dos puntos de apoyo para ese salto, alto y largo, que ha pegado la industria bélica en los últimos diez años .

"Todo lo que aquí producimos es brasileño, con personal brasileno y con materia prima brasileña", afirma uno de los directivos del segundo centro tecnológico, para expresar un orgullo que sienten del progreso obtenido en este campo y que, además, no ocultan ni siquiera por la connotación de muerte que tienen los artículos que producen .

CASI LA PERFECCION
Actualmente, la estrella se llama Osório. Es un tanque que ya ha sido usado con éxito en varios combates en serio y que pese a pesar 41 toneladas "tiene la destreza de un gimnasta y la puntería de Guillermo Tell".
Arabia Saudita fue uno de los primeros compradores de este blindado que, usando sus mecanismos hidráulicos y sus comandos electrónicos, da una vuelta en redondo en seis segundos y es un verdadero todo terreno: atraviesa brechas de tres metros de profundidad, pasa ríos hasta de dos metros de hondos y vence laderas de hasta 65 grados de inclinación. Su capacidad de disparo se la debe a dos periscopios, uno giro estabilizador y otro panorámico, ambos con teleláser.

Esa sofisticación ha logrado desbancar del estrellato al Urutu, un tanque que viene en diez versiones diferentes y que por esa versatilidad ha conquistado muchos mercados del mundo entre ellos Colombia (ver recuadro). El Cascabel y el Jararaca son otros dos blindados brasileños (de los primeros también tiene Colombia), forman parte de ese batallón de tanques que prácticamente se encuentran regados por todo el mundo
Las armas con cerebro electrónico que actualmente fabrica el Brasil tienen una posibilidad de acierto de 99 por ciento. Hay misiles, por ejemplo, que persiguen el calorguiados por sus detectores térmicos otros equipos han sido diseñados para que, en la oscuridad, puedan distinguir su blanco.

Todo esto, que para quien no sea un experto en armamento puede sonar a ciencia ficción, es una realidad que salta al aire con el tipo de aviones que los brasileños están produciendo y vendiendo, incluso a países con prestigio de leyenda en esta materia: el avión Xingu, por ejemplo, que es un tipo ejecutivo de gran velocidad, le gustó tanto a los franceses (a los franceses que producen Mirage, Airbus, Concorde) que recientemente compraron 41 para su flotilla de guerra. Y el Tucano, otro tipo de avión, fue adquirido numerosamente por la Royal Air Force de la Gran Bretaña: 130 viajaron de Brasil a Inglaterra. El avión-caza Amx es otra producción brasileña que ha conquistado muchos mercados internacionales, pero el campeón en esa conquista es la nave tipo Bandeirantes, que ha sido colocada en 30 países.

NI IDEOLOGIAS NI RELIGIONES
Pero no se ha quedado en aviones de guerra la industria aérea del Brasil.
A través de la empresa Engesa, que es un conglomerado industrial formado con capital de varias empresas, los brasileños fabrican boeings 707 y 737, en los que transportan las armas que venden y en los que viajan los ejecutivos de las armas, que son algunos de los mejor pagados en el Brasil.

La filosofía del negocio no deja dudas: se trata de conseguir clientes, donde se encuentren, de vender, y por eso los aviones en que se desplazan estos vendedores son especies de hoteles de cinco estrellas que aterrizan y decolan de cualquier lugar del planeta donde se requiera mostrar el catálogo de productos: para ellos no es ningún problema viajar hasta Sidney y de ahí a Bagdad, pasando por Bahrein, para seguir a Londres y hacer una escala en las Bahamas antes de regresar a Rio.

El interior de uno de estos aviones de negocios es digno de excéntricos magnates petroleros. Salones decorados con objetos de arte, "apartamentos" acogedores, bar y cocina con perfecto orden y completo surtido forman parte de ese lujo que las directivas de los conglomerados de armamento brasileño tienen dispuesto para poder atender un mercado muy competido, que no se para en discrepancias ideológicas o políticas, como ha quedado muy en claro con el último escándalo de la administración Reagan al suministrar armas a Irán (ver artículo en esta misma edición).

Para definir la categoría de los negocios de armas, un experto brasileño ha dicho recientemente que "esta es una guerra sin tregua en la que vence el más hábil. Y es una guerra contra enemigos y contra aliados, contra comunistas y capitalistas, donde no importan ni ideologías ni religiones".

Y con esta filosofía para los negocios de armas y con aquel respaldo tecnológico, el milagro brasileño se extiende hasta ese sector de conflictos éticos, de debates morales, pero que en el mundo de hoy resulta tan lucrativo como se deduce de la cifra billonaria de exportaciones de ese país vecino a todo el mundo.--

COLOMBIA COMO CLIENTE
Los tanques Cascabel y Urutu, que son los armamentos que más ha mostrado el Ejército colombiano en los últimos tiempos, son de fabricación brasileña, adquiridos durante el ministerio de Camacho Leyva. El país es uno de los 40 que en todo el mundo han preferido estos blindados y su uso más notorio fue en la toma y contratoma del Palacio de Justicia en noviembre del año pasado.

De los dos, el Urutu es el más versátil.
Era el rey de la producción brasileña de blindados hasta cuando el trono se lo arrebató el Osório, cuya sofisticación han comenzado a usar algunos paises ricos. El Urutu viene en diez versiones, para diez tipos de funciones diferentes. Opera en tierra firme y también navega y por eso es considerado como el vehículo anfibio perfecto para países tropicales o territorios desérticos. Tiene dispositivos lanza-misiles, morteros, soporte de fuego cruzado, combate antiaéreo, antimotín, ambulancia blindada, y uno de los modelos puede ser lanzado en paracaídas con una tropa de diez hombres en su interior. Actualmente los Urutu son usados en la guerra Irak-lrán. Su altura, sin embargo, fue un obstáculo para que pudiera entrar al Palacio de Justicia: la ametralladora de arriba quedó destruida al intentar entrar por el sótano. La reserva que en estos casos existe de parte de las fuerzas Armadas hizo imposible conocer qué especie de tanque Urutu es el que existe en Colombia y cuántos fueron comprados al Brasil, aunque se calcula que son numerosos, ya que existen en varias de las brigadas y han sido usados no sólo en Bogotá, sino en Cali, Medellín, Cauca y recientemente en la ofensiva contra la Coordinadora Guerrillera en Carolina, Antioquia.

Igual secreto existe sobre el Cascabel uno de los cuales fue el encargado de tumbar la puerta del Palacio de Justicia. Este es considerado un blindado veloz y extraordinario para desenvolverse en todo terreno. --