Acusación paradójica

La auditora general, Laura Marulanda, acusó a la contralora Sandra Morelli de haber causado un millonario detrimento patrimonial por el traslado de la sede de la entidad. Marulanda se refirió a “hallazgos disciplinarios, administrativos, penales y fiscales” que sumarían 76.400 millones de pesos. Además, acusó a Morelli de “violar el principio de planeación” y habló sobre la posibilidad de embargar sus bienes. La contralora respondió a los señalamientos y dijo que corresponden a una “cuenta de cobro” que solo busca desprestigiarla. La acusación fue recibida con incredulidad en sectores de la opinión donde la contralora es vista como una funcionaria valiente, próxima a terminar su periodo con la cabeza en alto después de luchar para salvaguardar los recursos públicos y combatir a los corruptos. En un país donde abundan las actuaciones irregulares resulta paradójico que se pretenda castigar a una funcionaria por no haber querido más que buscar un lugar de trabajo adecuado y digno para el Estado.