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OBITUARIO

Lorenzo Morales

La mayoría de los colombianos supo de Lorenzo Morales por la Gota fría que sudó cuando oyó tocar a Emiliano Zuleta. Gracias a este tema, tal vez el más famoso del vallenato, su fama trascendió el Valle del cacique de Upar.

27 de agosto de 2011

La mayoría de los colombianos supo de Lorenzo Morales por la Gota fría que sudó cuando oyó tocar a Emiliano Zuleta. Gracias a este tema, tal vez el más famoso del vallenato, su fama trascendió el Valle del cacique de Upar. Y qué paradoja. Gracias a una letra que lo deja mal librado, Lorenzo Morales se salvó de correr la suerte de muchos juglares que solo son reconocidos en la región, mientras que los intérpretes de sus temas se convierten en estrellas de talla internacional. Pero se salvó a medias: fue famoso, pero nunca rico. Llevó una vida austera hasta el final. “A mí la plata me ha desprotegido siempre”, dijo más de una vez. Más conocido como Moralito, nació el 19 de junio de 1914 en Guacoche, un antiguo palenque. Su cordón umbilical con la cultura vallenata se fortaleció gracias a su tío, el también compositor Félix Morales. Aprendió muy joven a tocar el acordeón y se graduó de leyenda el día que se midió en una piqueria con otro monstruo del instrumento: Abel Antonio Villa. Morales también fue carpintero y hábil constructor de casas de bahareque. Andariego como buen juglar, influyó a muchos acordeoneros de las últimas décadas, y en 1999 recibió la corona de rey vitalicio en el Festival Vallenato. Su obra abarca los cuatro ritmos del género: merengue, paseos, sones y puyas. Se mantuvo al margen del boom que llegó de la mano de las disqueras y los festivales que convocan al jet set nacional. El compositor de Amparito, El errante y La mala situación, entre otros, murió en Valledupar el viernes 26 de agosto a los 97 años.