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LOS DIARIOS BOLIVIANOS DEL CHE

Los originales completos incluyen textos inéditos hasta ahora. El 16 de julio serán vendidos en casi medio millón de dólares

23 de julio de 1984

Ernesto Guevara Lynch, padre del famoso Che, dijo recientemente en La Habana que estaba escandalizado de que los diarios de su hijo fueran a ser subastados en la casa Sotheby de Londres el próximo 16 de julio, pero se rehusó a hacer comentarios sobre la autenticidad de los documentos. El señor Lynch ha estado viviendo en Cuba desde 1974 --es de nacionalidad argentina-- y cuando se le pidió que comentara sobre los dos diarios y la libreta de notas respondió: "No me importa si estos papeles son auténticos o no, no hay nada interesante acerca de ellos; todo lo que la historia va a recordar son los actos y no unos pocos papeles". Acusó a los que tuvieron que ver con la subasta de estar haciendo un "trabajo sucio" y dijo que los soldados bolivianos que ejecutaron a su hijo en octubre de 1967, después de capturarlo en una emboscada, fueron los que se robaron sus efectos personales, que incluían los diarios en cuestión.
Los últimos diarios del Che Guevara (Ernesto Guevara De la Serna), el guerrillero latinoamericano que se convirtió en una leyenda en el mundo occidental por su campaña heróica quijotesca y finalmente trágica en las selvas bolivianas contra las "fuerzas del capitalismo", lograron abrirse camino hasta la casa de subastas Sotheby, de Londres, donde serán subastados en compañía de otros libros y manuscritos el lunes 16 de julio. El valor de estos diarios es inestimable, pero debido a su inmenso interés histórico, y no menos por el "culto" que muchos todavía le rinden al Che, alcanzaron un valor cercano a las 250.000 libras esterlinas (400.000 dólares).
Con los diarios del Che fue subastado el de su contemporaneo "Pombo", (Harry Villegas Tamayo), capitán de guerrilla de la misma campaña, un revolucionario cubano negro que, a diferencia del Che, no fue capturado por el ejército boliviano, y condujo a los otros dos sobrevivientes cubanos en una incráble correría de 500 millas a través de los Andes, hasta ponerse a salvo en Chile.
Los diarios del Che --mantenidos de manera continua hasta octubre 7 de 1967, un día antes de que fuera capturado por el ejército boliviano y luego, el 9 de octubre, fusilado-- desaparecieron luego de ser brevemente expuestos a la vista del público. El 10 de octubre, cuando la prensa internacional fue invitada a ver el cadáver del combatiente de 39 años, fotocopias de algunas páginas de los diarios fueron distribuídas entre los 30 o más reporteros que se encontraban presentes. Como varias veces antes se habían dado falsos anuncios sobre la muerte del Che --provocando el escepticísmo del público--, expertos en huellas dactilares y en grafología fueron enviados por la Gendarmería Nacional de Argentina (el Che era argentino) para establecer su identidad a partir de las huellas, el pasaporte y los diarios, encontrados en su mochila.
Cuando fotocopias de dichos diarios fueron enviadas a Cuba, Fidel Castro, su amigo y el líder bajo cuya autoridad el Che había comenzado su campaña en Bolivia, reconoció en la televisión cubana pocos días después (octubre 15 de 1967) que las fotocopias de los diarios eran, en realidad, "de puño y letra del Che, de su inconfundible puño y letra", y que aun el estilo de expresión era ersuyo, "resumido y conciso".
Los dos extensos diarios, uno de 1966 (7 de noviembre a 31 de diciembre, y el otro de 1967 (enero 1 a octubre 7) poseen forros plásticos y están escritos en tinta azul, roja y verde.
Los expertos de Sotheby no parecieron abrigar dudas sobre su autenticidad, después de comparar la escritura con la de otros (muy escasos) documentos que dejó escritos el Che Guevara. El propietario de estos diarios o la persona que los llevó hasta la casa Sotheby obviamente no es de nacionalidad inglesa, y pidió mantener su nombre en reserva.
Junto con los diarios fue subastada una libreta de notas, que contenía los reportes personales de Guevara sobre 43 de los hombres de su fuerza guerrillera y en algunos casos el tributo final a sus cualidades: "El más leal de los compañeros", por ejemplo escribió el Che después de la muerte de "Tuma". Gran parte de este material, en momentos crudamente crítico en momentos entusiastamente lírico, permanece inédito.
Aunque la mayor parte de los diarios ha sido publicada (en La Habana en 1968, con una introducción de Fidel Castro; en la revista norteamericana Ramparts, también en 1968; y el mismo año en Gran Bretaña), los diarios también contienen material inédito. Este incluye casi todos los mensajes y comunicados que se intercambiaron los guerrilleros y Fidel Castro, que el Che guardó o copió en la parte de atrás de su diario de 1966.
Algunos de estos mensajes aluden a los movimientos de "Tania", la revolucionaria alemana cuyo verdadero nombre era Haydee (o Heidi) Támara Bunker Bider, quien probablemente fue la amante del Che, y quien visitó las fuerzas de Guevara "para recibir instrucciones" en diciembre de 1966. Ocho meses después, en agosto, perdió la vida en una emboscada. Fue quizás como reacción a la muerte de "Tania" que, en la misma página donde registra las noticias de su entierro, escribe las palabras más amargas de todo el diario, dirigidas contra los ortodoxos Partidos Comunistas de Latinoamérica y Europa Oriental: "Cómo me gustaría alcanzar el poder para desenmascarar a los cobardes y lacayos de toda ralea y refregarles en el hocico sus cochinadas..." En 1968 vino a descubrir que "Tania" era una agente de la KGB, enviada para vigilar la "aventura" del Che.
También existe una serie de mensajes intercambiados entre el Che y el intelectual francés Régis Debray (apodado "Danton"), quien fuera capturado en abril de 1967 después de abandonar el grupo del Che por razones personales porque, como la dejó registrado Guevara, "quería tener un hijo".
Cuando fue capturado llevaba, según testimonio del Che, un mensaje en clave e información memorizada para Fidel Castro, la que nunca, por consiguiente, llegó a su destinatario.
Régis Debray, cuyo juicio en Bolivia se convirtió en una causa célebre, pero que fue liberado en 1970 luego de una campaña internacional conducida por Jean-Paul Sartre, es actualmente muy conocido en Francia como escritor marxista y como consejero del Presidente Francois Mitterrand, bajo el título de Charg, de Mission. Se ha argumentado que el juicio de Debray causó tanto bochorno a los bolivianos, que no podían permitirse el lujo de repetir la causa célebre con el Che, lo que pudo haber determinado su fusilamiento.
Una lista de libros que figura al final de su diario de 1967, y que también se ha mantenido inédita hasta el momento, incluye una obra de Debray, trabajos de Lenin, Trosky y Stalin y, más incongruentemente, de De Gaulle, Churchill, Montgomery y Graham Greene, así como de William Faulkner, Stendhal, Dostoievsky y los filósofos Hegel, Diderot y Aristóteles.
Como surge de sus escritos, el objetivo de la expedición del Che consistía en hacer de Bolivia "otro Vietnam: es decir, comenzar una insurrección que posteriormente se esparciría por todo el continente suramericano, para iniciar una conflagración que destruiría el "imperialismo yankee": y liberaría a Latinoamérica de una vez por todas. Como un registro vivido e inmediato de la campaña --incluyendo el reporte de sus agrias diferencias con el líder comunista boliviano Mario Monge y sus angustiosas observaciones sobre las últimas semanas de su vida, cuando el ejército boliviano se acercaba peligrosamente--, estos diarios no son solamente documentos de extraordinario valor histórico. También constituyen el testamento del espíritu de un combatiente cuyo coraje y dedicación lo convirtieron en inspirador de su generación, aun de aquéllos cuyas ideologías y creencias políticas eran fundamentalmente diferentes de las suyas.
Su lema "Victoria o muerte", claramente inscrito en estos diarios, fue respondido por su generación con la declaración inscrita en los afiches que están distribuídos en el mundo entero: "El Che vive".--
Un inédito del Che
El Che transcribe aquí un mensaje enviado el 18 de mayo de 1967 a Fidel Castro (Leche). No figura en el material publicado hasta la fecha.
Leche: Danton llevaba un mensaje además de anotaciones para memorizar el informe que le dí, todo en clave. Este es el mensaje. 1°) Llegaron Danton y Francisco; esteno sabía la cantidad y dejó dinero en La Paz; pienso darle 30 y reservarle el resto para cuando se alce; tiene pocas condiciones físicas y de caracter para dirigir la guerrilla, pero eso es cosa de él. Danton debe salir, pero no sé si podrá dadas las circunstancias. 2°) Se descubrió la finca y el ejército nos persiguió; le dimos la primera paliza, pero estamos aislados. 3°) Iván está listo para viajar, pero Tania está aislada aquí, pues vino violando instrucciones y fue sorprendida por los acontencimientos. 4°) Ya tenemos suficiente Glucontime, no manden más. 5°) No hay noticias del trío, tampoco confío en ellos y han expulsado a la gente de la juventud que está con nosotros. 6°) Yo recibo todo por radio, pero es inútil si no lo comunican simultáneamente a La Paz, estamos aislados por ahora. 7°) Todavía no hemos recibido mensaje a través de Lasarre. 8°) Habría que parar la carta de despedida Danton hasta nuevo aviso trataremos viaje a Francia objeto formar red de apoyo. 9°) Hice contacto Pelado objeto organizar bases al sur y colectar argentinos, también está embotellado aquí. 10°) Supriman los envíos de embutidos, pues nos tomarán maletines preparados.
Los sospechosos del robo del diario
Suscitado por la aparición en Londres de los diarios del Che, robados por alguien que recibió casi 50 mil dólares por ellos, todo un escándalo se cierne actualmente en el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Bolivianas, poseedoras desde el 8 de octubre de 1967 de tal documento, considerado por ellos como un verdadero "trofeo de guerra" y valioso secreto militar. Los diarios de Guevara hasta 1979 habían permanecido en el Departamento de Inteligencia del Ejército y casi 33 militares los habían tenido en custodia en diversos momentos. Pero sólo hasta hace unas pocas semanas, cuando se informó en Londres que la casa Sotheby Park Bernet & Co. iba a rematar esos documentos, los altos mandos militares de Bolivia se percataron que de la caja de zapatos que contenía los diarios del Che, éstos habían desaparecido.
De inmediato una severa investigación fue ordenada por el ministerio de Defensa. Muchos militares concernidos con la custodia de los papeles fueron interrogados, luego de lo cual cuatro nombres surgieron como los más sospechosos: los coroneles Luis Arce Gómez, Faustino Rico Toro y Gualberto Rico Rasmussen, y el general Raúl Ramallo. Sin embargo, para algunos periodistas ingleses quien más despierta sospechas es Arce Gómez, personaje sin escrúpulos y tristemente célebre por su vinculación con el narcotráfico boliviano y el asesinato de opositores durante la dictadura del general Garcia Meza. Lo que pretendería este individuo con la venta de los diarios, además del dinero, sería introducir un elemento de confusión y discordia entre los jefes de las Fuerzas Armadas, en represalia por su actual postura constitucional frente al gobierno del Presidente Hernán Siles Zuazo. De nuevo, tras esa perspectiva, se encontraria la mafia de narcotráfico boliviano interesada en derribar el gobierno.
Otras versiones indican que el responsable del robo de los diarios está entre los 18 que fueron directivos de la Inteligencia del Ejército (G-2) entre octubre de 1967 y mayo de este año, entre quienes están los nombres del general (r) Hugo Banzer Suárez --quien gobernó a Bolivia de 1971 a 1978 y hoy es el líder de la derechista Alianza Opositora--, y David Padilla Arancibia, otro general retirado. Pero como la desaparición de los diarios obviamente constituye una mancha para los militares bolivianos --lo que no le conviene a la derecha--, resta piso a las sospechas sobre Banzer.
La primera publicación de los diarios del Che fue en 1968, después de que Antonio Arguedas, un funcionario boliviano agente de la CIA enviara subrepticiamente una fotocopia de ellos a Fidel Castro, desatando enorme escándalo. Para demostrar que el documento seguía en manos de las Fuerzas Armadas, el general Alfredo Ovando Candía, exhibió en ese entonces a periodistas, el diario. Después, el diario volvió a ser depositado, según el coronel Manuel Cárdenas Mallo, actual ministro de Defensa, en una caja fuerte con dos llaves distintas y controladas al más alto nivel.