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Los nuevos cruzados

Es bien sabido que el procurador Alejandro Ordóñez no está de acuerdo con la sentencia de la Corte Constitucional que legalizó el aborto para casos específicos.

9 de abril de 2011

Es bien sabido que el procurador Alejandro Ordóñez no está de acuerdo con la sentencia de la Corte Constitucional que legalizó el aborto para casos específicos. Pero eso no justifica que la Procuraduría haya tergiversado dos informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para pedirle al Ministerio de Protección Social que no incluyera el medicamento Misoprostol en el Plan Obligatorio de Salud, tal y como lo denunció Rodrigo Uprimny, director de Dejusticia. El problema es que este medicamento se utiliza normalmente para tratar problemas gástricos y para dilatar el cuello uterino en el momento del parto. A esta maniobra de la Procuraduría se suma la cruzada que desde hace un mes están haciendo varias iglesias para que sus feligreses firmen un acto legislativo que modificaría el artículo 11 de la Constitución. El texto original,“el derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte”, quedaría:“El derecho a la vida es inviolable desde la fecundación hasta la muerte natural. No habrá pena de muerte”.