“Cualquiera puede ser embajador”

María Clara Jaramillo: Porque el servicio diplomático colombiano requiere personas de todas las regiones y de todas las disciplinas del conocimiento. Por eso, en la convocatoria de este año, queremos que los 60 alumnos admitidos a la Academia representen ese país pluricultural y diverso. Eso es lo que hoy se requiere en el servicio exterior.

M. C. J.: Ser colombiano, no tener doble nacionalidad, ser profesional de cualquier área del conocimiento, tener la situación militar definida y tener una calificación B2 en cualquier idioma diferente al español.

M. C. J.: Probablemente y muchos creen que lo ideal es que algunos pudieran estudiar a la vez una segunda lengua. Pero es un requisito que debemos cumplir. Además, la carga académica y laboral que tienen los estudiantes es tan alta, que podría afectar su desempeño.

M. C. J.: Las personas que se inscriban, a través de la página de la Cancillería, deberán presentar un examen y, quienes lo pasen, deberán venir a Bogotá a una entrevista. Se trata de un concurso de méritos. Quienes pasen, estudiarán en la Academia y trabajarán, a la vez, medio tiempo en la Cancillería. A cambio reciben una remuneración. Una vez terminan sus estudios, comienzan la carrera, que en rango y tiempos de ascenso, se parece a la militar.

M. C. J.: Las relaciones internacionales versan cada vez sobre temas mineroenergéticos, ambientales, comerciales, de los océanos, de la órbita geoestacionaria, salud… Por eso necesitamos desde químicos, farmacéuticos o historiadores, hasta ingenieros o politólogos. Mientras que en 2011, teníamos 11 estudiantes en la Academia, hoy ya tenemos 60. 

M. C. J.: El decreto que regula todo el servicio exterior, dice que por lo menos el 20 por ciento debe ser de carrera, y eso se cumple. De los 1.270 que había en servicio a julio, 310 son de carrera. Y la idea es que en diez años todos los funcionarios sean de carrera.

M. C. J.: En el mundo hay modelos. En unos, como el alemán, todos son de carrera, y en el de Estados Unidos, una parte de los embajadores son políticos. Creo que el presidente debe tener la libertad de nombrar en ciertos países las personas que le den la confianza que las circunstancias lo requieran. n