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"MI OFICIO ES PINTAR Y NO SE HACE NADA MAS"

LUIS CABALLERO

14 de octubre de 1985


"Mi oficio es pintar y no sé hacer nada más" La velocidad de los cambios cíclicos del más reciente arte, ha producido, en los últimos dos años, apenas, una nueva e importante vertiente, la de la "Pittura Colta" (Pintura Culta o referenciada) que ha situado la nueva producción de Luis Caballero en un punto de mira muy interesante. Pues, indudablemente, y en el decir de voces autorizadas como la del crítico y pintor uruguayo, Luis Camnitzer, han mantenido a Caballero por fuera de eventos tan importantes como la muestra llamada Arte en el Espejo de la última Bienal de Venecia, sólo porque el pintor en cuestión viene del Tercer Mundo. Lo cierto es que desde la aparición del concepto de pintura culta, la producción de Caballero obtiene un considerable éxito comercial en Europa y tiene que ser vuelta a leer con consideraciones a conceptos como la acronía o sincronía del arte, o su simple anacronismo, siempre teniendo en cuenta aspectos del mensaje personal, y su significación social. Aprovechando su estadía en Bogotá y su exposición en Barranquilla, hablamos con él.
SEMANA: Hace muchos años Roda decía que en Colombia hasta para guerrillero había que ser cura o de buena familia. ¿Cree usted que esto también se aplica a los pintores? En su caso concreto, ¿cómo se da?
LUIS CABALLERO: A Dios gracias cada vez menos., me parece a mí.
Pero no hablemos de "buenas familias" sino de familias que se interesan en la cultura y en el arte y que no siempre coinciden con lo que usted llama "buenas familias". La gente que en Colombia puede llegar a interesarse en el arte es desgraciadamente muy poca y es cierto que el contexto familiar puede ayudar y fomentar ese interés. Pero como le digo ese contexto familiar ya no es forzosamente el de las "buenas familias" y no se necesita llamarse Grau u Obregón para llegar a ser pintor. Ser pintor no es sólo pintar cuadros, es también, y sobre todo, desarrollar una visión, es reflexionar visualmente, es pensar. Aprender a pintar no es el problema. Cualquiera puede aprender. Lo difícil es crear una obra a partir de lo que se ha aprendido, y el problema en Colombia es que los pintores simplemente aprenden a hacer un cuadro y ahí se estancan. Pereza mental, falta de estímulos intelectuales y artísticos no sólo dentro de la familia, sino sobre todo, dentro de la sociedad. Conformismo y exceso de intereses económicos dentro de un mercado del arte completamente arbitrario y artificial.
S.: ¿Qué opina de los artistas de la Pintura Culta? ¿Cree usted que el movimiento de la Pintura Culta implica una posición política? ¿Se siente usted incluido en ese movimiento? ¿Cuál es su posición política?
L.C.: Pues, no me interesan. Y me parece que puesto que estábamos hablando de falta de cultura pienso también que la cultura sola, así como el oficio solo, no hace de nadie un artista. Son sólo bases para desarrollar una obra personal. Pero son sólo la bases. Esa nueva escuela de los llamados "pintores cultos" me parece fría vacía y sin ninguna vitalidad. Son remedos tristes del pasado y que sólo dicen lo pasado. Para mí el arte es algo mucho más vital. Pienso que ha que decir algo y decirlo apasionadamente. El lenguaje que se use puede ser viejo o nuevo, pero usar un lenguaje viejo para no decir nada me parece completamente falto de interés. Toda nueva obra debe ser "necesaria" y los jugueteos estéticos con la vanguardia o con el pasado me parecen innecesarios y me aburren. Yo lo creo pertenecer a esa escuela por la simple razón de que no soy de ningua escuela. Que nunca lo he sido. Que lo me interesa participar en ningún movimiento de vanguardia, de retaguardia o de transvanguardia. Yo sólo quiero hacer mis cuadros. Quiero que sean cada vez mejores, y cada vez me interesan menos los movimientos y modas del mundo artístico international. No sé cuál es la posición política de esos pintores. No me interesa. Y me parece muy difícil juzgar políticamente a un artista por su obra, como también es difícil y ridículo juzgar una obra sólo por razones políticas.
S.: Suponiendo que el próximo gobierno, en vez de una nueva reina de la cultura lo nombrara a usted en el cargo, ¿qué propondría? L.C.: Yo no aceptaría nunca un cargo oficial. Mi oficio es pintar y no sé hacer nada más. Dar consejos y opiniones es fácil. Lo difícil es realizar. En el campo de las artes plásticas yo pienso que más que "premiar" a los pintores ya consagrados se debería ayudar a los que empiezan. ¿Cómo? No lo sé. Pero no es nombrando embajadores a Puyana o a Botero, ni llenando de cuadros el Palacio de Nariño que se va a crear el arte colombiano del futuro.
S.: ¿ Usted ha sido muy explícito en eso de indicar la manera en que su sexualidad condiciona su vida. ¿Cree usted que hay un arte Gay? ¿Cree usted que el escándalo y antiescándalo del SIDA incidirá en la manifestación de dicho arte?
L.C.: No creo que haya un arte homosexual, como no creo en un arte especificamente femenino o masculino. Hay arte bueno o malo. Eso es todo. Mi sexualidad influye en mi obra, es cierto, pero hay mil otras cosas que también me condicionan como hombre y como pintor. Mis objetivos como pintor van mucho más allá del erotismo. Y en cuanto a la enfermedad a que usted se refiere le diré que no me preocupa más que el cáncer o la lepra. Hombres y mujeres la pueden tener y no creo que haya virus capaces de distinguir la sexualidad de una Persona.--