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E D U C A C I O N

Muerte en las aulas

20 de agosto de 2001

Las autoridades deben hallar y castigar con severidad a los responsables de los asesinatos de estudiantes en los claustros universitarios. El grado de barbarie que vive el país se explica, en gran parte, por el asesinato sistemático de las ideas. Por eso es difícil encontrar escenarios donde las diferencias se solucionen a base de argumentos. La balanza se inclinó por el peso estúpido de eliminar al interlocutor físicamente, lo que llevó a Colombia al borde del abismo. Para reconstruir la posibilidad de tener una sociedad viable deben fortalecerse las discusiones, los puntos de vista, los argumentos, los conceptos. Y qué mejor espacio que las aulas. Por eso el asesinato, la semana anterior, de tres estudiantes universitarios, no sólo debe aclararse para devolver la normalidad a las universidades Nacional de Bogotá y de Antioquia, donde ocurrieron los hechos, sino porque estos espacios representan el conocimiento y la semilla de la civilización del futuro. En la educación libre y sin presiones está la tabla de salvación para evitar el naufragio en este mar de barbarie.