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No es un cuento chino

6 de septiembre de 2008

Colombia se está convirtiendo en una ruta apetecida por las redes dedicadas al tráfico de personas, especialmente aquellas provenientes de China. La aventura oriental se incrementó desde el 20 de junio, cuando el gobierno ecuatoriano eliminó la visa para los ciudadanos chinos, con el ánimo de incentivar el turismo en ese país. Lo mismo había hecho Colombia en 2006, pero la medida se canceló cuando la gabela fue aprovechada por los traficantes, que cobran hasta 20.000 dólares por la travesía. Ahora los chinos llegan a Ecuador e ingresan ilegalmente a Colombia, rumbo a Estados Unidos a través de Panamá o Venezuela. Prueba de ello es que este año las autoridades han retenido a 132 de ellos en Cauca, Valle y Quindío cuando intentaban atravesar el país en bus. La más reciente captura ocurrió la semana pasada en Bugalagrande (Valle) donde cayeron 30 ilegales. Al gobierno colombiano le cuesta 100.000 pesos, en promedio, deportar a cada chino a Ecuador.