Home

Enfoque

Artículo

¡No hay derecho!

5 de agosto de 2006

Varios casos de abuso sexual o violencia física ocurridos esta semana dejaron al descubierto los problemas de la justicia para controlarlos y dar sentencias acordes con la falta.

* Asombro, consternación y rabia produjeron las imágenes de Lizzeth Ochoa Amador, luego de que el sábado pasado fue golpeada brutalmente durante dos horas por su esposo, Rafael Dangond Lacouture (foto), con quien tiene dos hijos. La golpiza comenzó en el parqueadero del Country Club de Barraquilla, cuando Dangond, motivado por los celos, decidió atacarla. Mientras Lizzeth se recupera, su esposo se entregó a la justicia el viernes en la noche y deberá responder por tentativa de homicidio.

* En Marialabaja (Bolívar), Graciliano Torres y Fredy Valiente, de 22 y 27 años respectivamente, fueron linchados el domingo pasado por una turba, al enterarse de que los dos hombres iban a violar a una niña de 13 años. Ahora los familiares piden justicia por el cruel asesinato.

* La Procuraduría se enfrentó públicamente con la Fiscalía el martes, por la condena desproporcionada de cuatro años que le impuso a Víctor Alfonso García por haberle cogido la ‘cola’ a una mujer en 2005. La Corte Suprema deberá decidir si levanta o ratifica la pena.

* Tras varios años de fallos encontrados, el sexólogo Álvaro Poveda Carrillo fue condenado esta semana a cuatro años de prisión, al demostrarse que la relación íntima que tuvo con una paciente en su consultorio no era una terapia, sino de un abuso sexual.