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NUEVAS CIRCUNSTANCIAS

GERMAN BULA HOYOS

18 de octubre de 1982

Al regresar de Cali donde se entrevistó con el dirigente máximo del M-19 Jaime Bateman Cayón el senador liberal Germán Bula Hoyós presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y ponente de los proyectos de amnistía en el senado, sostuvo el siguiente diálogo con SEMANA. GERMAN BULA HOYOS.
SEMANA. ¿Cómo surgió la idea del encuentro con Bateman?
GERMAN BULA HOYOS. Cuando fui designado ponente del Proyecto de Amnistía dije públicamente que estaba dispuesto a dialogar sobre el tema con todas las personas, entidades y movimientos que quisieran aportar algo a la expedición de una ley que fuera operante, que tuviera efectos. Fue así como me contactaron amigos del señor Bateman, hasta lograr la entrevista publicada en "El Pueblo", de Cali.
S. ¿Podría ser más explícito con respecto a las razones que tuvo para hablar con Bateman?
G.B.H. Claro que si. Pienso que era necesario despejar las dudas que existen en algunos medios en el sentido de que Bateman aspira a una amnistía para lograr la liberación de unos presos y de que, en realidad, no está interesado en ella como medida para volver a la normalidad. Tengo la sensación muy clara de que en realidad, están interesados en una apertura democrática que les permita colocar al M-19 como otra alternativa viable para el cambio, que es la de las urnas, dejando la de las armas que fue la que escogieron en primer lugar. Bateman considera que la amnistía no es la paz, pero que es una puerta que se abre para empezar un largo proceso que permita cambiar las condiciones sociales y económicas del país; para cambiar el sistema electoral en forma tal que ofrezca plena credibilidad en el proceso político; para que todas las personas tengan acceso a los medios de información y puedan exponer sus ideas y que no se sigan concentrando esos medios de comunicación en manos de los hijos y familiares de los más altos jefes políticos; que se amplie el proceso democrático. Por eso considera que no debe esperarse a que se cumplan esos propósitos para después aprobar la amnistía. Hay fe en el presidente Betancur creen en él y están ilusionados en que el proceso de paz se pueda concretar durante este cuatrienio con la colaboración del Congreso Nacional .
S.¿Bateman avaló la representación del M-19 que hizo Ramiro Lucio Escobar en la cumbre política del miércoles en el Ministerio de Gobierno?
G.B.H. No solamente la avaló, sino que expresó muy enfáticamente que hubiera asistido si le hubieran dado los medios necesarios de seguridad para ello.
S. ¿Si los garantizan, vendría?
G.B.H. Tengo que ser muy claro y muy franco en lo que le escuché a Bateman. Llegó a expresarme su determinación de asistir a una sesión informal del Congreso o de una de sus comisiones, en el momento en que le garanticen la posibilidad de hacerlo. Es más, me dijo enfáticamente: "Usted me lleva, pero me saca del Congresó". Yo le contesté que con mucho gusto lo acompañaría a entrar a esa reunión, pero yo no puedo sacarlo. Es una responsabilidad que compete al gobierno.
S. Como ponente del Proyecto de Amnistía ¿cómo ve usted la existencia en el país de organismos paramilitares como el MAS, en relación con la seguridad de los alzados en armas que se acogieran a ella, una vez convertida en ley?
G.B.H. Evidentemente es preocupación de Bateman y sus amigos la suerte que pudieran correr al reintegrarse a la vida civil. Es un riesgo que entienden y que seguramente aceptan cuando están interesados en acogerse a la amnistía. No estoy en condiciones de adelantar detalles, porque desconozco lo que ocurre sobre el particular. Me imagino que sería interés del gobierno proteger la vida de quienes, en un momento dado de su convulsa historia, resuelven dar un paso tan trascendental para la paz.
S. En menos de 24 horas, el M-19 sostiene contactos con el poder ejecutivo en el Ministerio de Gobierno y con el legislativo a través de usted, ¿Qué significado tienen estos hechos?
G.B.H. Es un acto sin precedentes en la historia política del país, después de un cuarto de siglo de guerra fratricida. Es el reconocimiento del status político del M-19. Bateman, cuando le preguntaba si estaba dispuesto a montar un aparato político al regresar a la vida normal del país me dijo: "nosotros ya somos un partido político. Lo que ha ocurrido es que entre la alternativa de guerra de guerrillas o de los caminos del proceso electoral, nos vimos obligados a escoger la guerrilla, porque encontramos un sistema democrático demasiado cerrado, sin posibilidad para buscar el cambio". Considero que las nuevas circunstancias podrían llevarlos a optar por la alternativa de las urnas y a participar en un gran movimiento de opinión nacional en busca del cambio.
S. ¿Entonces el M-19 pasó de ser un movimiento clandestino a ser un movimiento político reconocido por el gobierno?
G.B.H. Creo que empezó a participar de las dos condiciones. Porque las guerrillas siguen en la clandestinidad en las montañas. Pero la presencia de Ramiro Lucio Escobar, como vocero del M-19, indica que hay un reconocimiento público y expreso de la participación política de ese movimiento.
S. ¿Sus contactos como ponente del Proyecto de Amnistía se van a circunscribir exclusivamente al M-19 o buscará el diálogo con otras fuerzas guerrilleras?
G.B.H. Sigo abierto al diálogo con todas las fuerzas que deseen acercarse para aportar alguna luz. Estoy haciendo esfuerzos para dialogar con las FARC. Los he venido haciendo, pero no han fructificado. Ojalá puedan lograrse. Bateman lo considera también muy importante. Por algo será.
S. ¿Cree usted que el M-19 puede sufrir un proceso similar al del MAS venezolano, Movimiento al Socialismo, cuyos dirigentes salieron de la selva y hoy tienen asiento en el Congreso?
G.B.H. Realmente de eso se trata, de que participen en la lucha política y de que, dentro de esa lucha electoral, alcancen, de acuerdo con el prestigio que puedan ostentar, posiciones que les permitan dar la batalla por el cambio.