Un pastelero inolvidable

El padre de uno de los productos más queridos por los colombianos falleció el mediodía del viernes a los 97 años. Se trata de Olimpo López, un pastelero que nació en Jericó, Boyacá, en 1918, y aprendió el oficio de su madre Evangelina Gómez, experta cocinera de colaciones, mantecadas, pan y pasteles. En los primeros 20 años de su vida pasó de una pastelería a otra refinando sus técnicas bajo la supervisión de maestros suizos, alemanes y franceses que habían llegado al país huyéndole a la Segunda Guerra Mundial. A principios de los años sesenta, don Olimpo entró a trabajar a Ramo por insistencia del propio fundador de la empresa, Rafael Molano. Y con el tiempo hizo historia: creó el ponqué Gala, uno de los más vendidos de la compañía, y luego, inspirado por la idea del hijo de su jefe de recubrirlo de chocolate, el Chocoramo. Ambos llenaron las loncheras escolares y las alacenas de los hogares de casi tres generaciones de colombianos. López se negó a pensionarse y trabajó hasta los últimos días de su vida en el laboratorio de la empresa en Mosquera, Cundinamarca.