¡Pacho a la carga!

Vallas como la de esta imagen comenzarán a instalarse a partir de este fin de semana en Medellín, Montería, Valledupar e Ibagué y después en otras 15 ciudades. Así despega la campaña por la Casa de Nariño, que augura una aguda polarización entre quienes están de acuerdo con el proceso de paz, liderados por el presidente Juan Manuel Santos y quienes están en contra, por el expresidente Álvaro Uribe. 

El precandidato del uribismo Francisco Santos, quien compite con otros cinco por la bendición del exmandatario, optó en este arranque por la campaña negativa y de contraste al comparar a Iván Márquez, representante de la guerrilla, con el extinto capo del cartel Pablo Escobar.

El objetivo es agudizar la polarización que ya comenzó a rondar el ambiente. La jugada es audaz, pero muy arriesgada, pues está en la misma línea de otras salidas del uribismo en las que se advierte un intento por torpedear los diálogos entre el gobierno y la guerrilla. En Bogotá estaba planeado instalar algunas de esas vallas, no obstante, los valleros exigieron a la campaña que les mostrara su contenido pues temen entrar en la confrontación política. Si así es el desayuno, ¿cómo será el almuerzo?