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Peligro bajo tierra

10 de febrero de 2007

La muerte de 40 personas en dos minas de Colombia la semana pasada puso en evidencia la falta de control por parte del Estado de este importante sector del país. De los miles de colombianos que trabajan en la minería, sólo 9.000 lo hacen en explotaciones certificadas, lo que no necesariamente garantiza la seguridad de sus vidas. Así quedó demostrado en Sardinata (Norte de Santander), cuando 32 personas murieron al explotar la mina en la que trabajaban, pues no tenía los equipos necesarios para afrontar un evento de estas magnitudes. Si esto ocurre con una mina certificada, ¿qué se puede esperar de las 15.000 minas artesanales en las que se realizan operaciones precarias y sin permiso oficial? La segunda tragedia ocurrió en Gámeza (Boyacá) el pasado martes, por otra explosión dentro del socavón de una mina artesanal. Tuvieron que pasar estos hechos para que el gobierno anunciara que va revisar y certificar las explotaciones carboneras subterráneas del país. Ojalá la medida no se quede sólo en anuncios.