Pena de muerte a caleño

Gran solidaridad nacional despertó el caso del caleño Harold Carrillo, un taxista de 45 años de edad que en 2010 viajó a la República Popular de China al parecer cargado con tres kilos de coca y, tras ser arrestado, fue condenado a muerte. Quienes conocen la severidad de la justicia en ese país advierten que Carrillo tiene pocas posibilidades de que el fallo cambie y se le permita vivir. No obstante, y ante la presión de los colombianos que se horrorizaron con el caso del taxista caleño, la Cancillería hizo una petición al gobierno de Beijing para que reconsidere la pena impuesta. La solidaridad que se generó alrededor de Carrillo surge porque muchos creen que mientras a una simple mula como él lo condenan a la pena de muerte, los grandes capos del narcotráfico siguen libres.