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“¡Por favor, no me bote!”

Lo que empezó como una hipótesis de suicidio muy pronto se convirtió en una investigación por asesinato.

21 de julio de 2012

Lo que empezó como una hipótesis de suicidio muy pronto se convirtió en una investigación por asesinato. Alejandra Pulido, una cantante manizaleña de 27 años, cayó del séptimo piso de un edificio en Ciudad de México el 5 de julio. Y la semana pasada el embajador en ese país, José Gabriel Ortiz, se encargó de confirmar ante la opinión pública que Pulido fue asesinada. Según esa versión, ese día la joven estaba en el apartamento de un hombre que se hizo pasar por productor musical y la citó para ofrecerle un trabajo. Lo que se supo, según testimonios de vecinos, es que en la noche oyeron a Alejandra gritar “¡por favor, no me bote!”. Andrés Hernández, primo de la cantante, dijo que la familia contrató un investigador privado en México y reveló por medio de Twitter la única foto que tiene de Jorge Julio Jiménez, el empresario sospechoso de haber asesinado a la joven.