¿QUE PASO CON?

Atras quedo la época en que medio país lo apoyaba y el otro medio lo detestaba. Aunque gozaba de prestigio en el mundo jurídico y había hecho historia por ser uno de los autores de la Constitución de 1991 el abogado Luis Guillermo Nieto Roa, nacido en Tunja en 1946, se llenó de odios y amores en 1995 cuando asumió la defensa del presidente Ernesto Samper en el proceso 8.000. Al final logró su objetivo porque el mandatario fue absuelto de los cargos. Su antecesor en la defensa, Antonio José Cancino, había renunciado tras un atentado contra su vida. Nieto Roa asumió el caso porque su filosofía era “vivir ya es un riesgo”. La primera consecuencia fue su expulsión del Movimiento de Salvación Nacional, del que había hecho parte junto a Alvaro Gómez Hurtado. Con el paso del tiempo él dice que la polémica fue excesiva porque actuó de acuerdo con la ley: “Lo único que hice fue ejercer como abogado”. Considera que una parte clave de su oficio es ser discreto, por lo que fue abrumado con el ruido de los medios de comunicación como ocurrió en esa oportunidad. Ahora es diferente pues los clientes de Nieto Roa y Asociados, su bufete, en donde se asesoran casos de derecho público administrativo e internacional, requieren discreción y prudencia. “No volví a aparecer en los periódicos porque no asesoro ningún caso de resonancia pública”, reconoce hoy.