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Qué pasó con John Alexánder Ortiz

12 de enero de 2008

Al salir de una fiesta de rap en marzo de 2000, el actor John Alexánder Ortiz fue atacado a bala por un joven de 16 años. “Los actores también se mueren”, le dijo antes de descargarle el segundo balazo, que le hizo perder un riñón, le fracturó la médula y tres costillas. Hasta esa noche, Ortiz era conocido por su papel como Mateo, un sicario malhablado y drogadicto de la serie Pandillas, guerra y paz, pero después del incidente, su drama quedó en la memoria de los colombianos. Durante un año Alexánder estuvo en silla de ruedas, resignado y dolido por no poder jugar fútbol, su gran pasión que precisamente le había permitido llegar a la pantalla en 1993 cuando representó a ‘Nano’ en la serie De pies a cabeza. A pesar de su estado, un día decidió renunciar a la silla de ruedas “No voy a tener a mi familia toda la vida para cargarme”, y comenzó terapias para acostumbrarse a las muletas. La adaptación que le hicieron de su personaje en Pandillas, guerra y paz le ayudó para recuperarse. Esto lo comprometió más con la actuación y con la vida. También le despertó una profunda fe en Dios “Él es quien ahora conduce mi vida”, dice, pero aclara que no cree en ninguna religión. En 2006 actuó en Juego limpio y con ella se ligó por completo a los temas sociales, de violencia y superación juvenil. El año pasado se dedicó al teatro. Medellín y Pereira lo vieron en la obra Esto no es un juego, del grupo La Hermandad. La semana pasada regresó de vacaciones y para finales de enero comenzará a montar una nueva obra con la que inaugurará un nuevo grupo de teatro. En diciembre cumplió 28 años y asegura que para cuando tenga 30, 40 ó 60 volverá a caminar y a jugar fútbol. “Eso lo tengo claro. Algún día, con la ayuda de Dios, caminaré sin muletas ni aparatos en las piernas”.