Qué pasó con

ADOLFO ARANGO. Durante 35 años, Adolfo Arango Montoya fue presidente de Argos, compañía que fundó su padre, Jorge Arango Carrasquilla, en 1934. Considerado uno de los dirigentes empresariales más importantes de Antioquia, Arango Montoya fue actor protagónico en el proceso de formación y consolidación del reconocido Sindicato o Grupo Empresarial Antioqueño. Bajo la administración de este ingeniero civil de la Facultad de Minas, Máster en Ingeniería de la Universidad de Michigan, Argos consolidó el liderazgo cementero en el país y se proyectó a Venezuela, Panamá y otros países. Concediendo gran autonomía a sus gerentes, promovió una sana emulación interna que llevó a las empresas a altos niveles de eficiencia y rentabilidad. Gracias al crecimiento continuo con inversiones y endeudamientos bien controlados hicieron de Argos un conglomerado sólido cuyas acciones siempre han marcado pautas en la bolsa de valores. Sin embargo, esta exitosa labor terminó en noviembre de 1999. Hoy, a sus 80 años, este disciplinadísimo liberal mantiene su oficina particular y sus actividades filantrópicas, especialmente de tipo cultural. Disfruta de una estrecha relación familiar con su esposa Maria Cristina Uribe y sus hijos y nietos con quienes indefectiblemente comparte los fines de semana. La filatelia o una sinfonía de Mahler son algunas de las aficiones de este hombre trabajador y orgulloso ahijado y sobrino-nieto del maestro Tomás Carrasquilla.