Home

Enfoque

Artículo

La mayoría de congresistas se negaron a debatir la agenda del gobierno hasta que sus salarios fueron compensados.

ENFOQUE POLÍTICO

¿Cuánto deben ganar los congresistas?

Para el jefe de las finanzas públicas la prima es “la solución a un problema” creado por la decisión del alto tribunal.

12 de octubre de 2013

El pasado 4 de octubre el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, firmó el decreto 2170 de 2013 que establece una “prima especial de servicios” para los miembros del Congreso de la República. Con esa medida el gobierno compensaba a los legisladores de la pérdida de sus primas de localización y de salud a raíz de un fallo del Consejo de Estado. Como el salario de los legisladores se elevó en casi 8 millones de pesos, la decisión generó una polémica inmediata. 

Para el jefe de las finanzas públicas la prima es “la solución a un problema” creado por la decisión del alto tribunal. Como los ingresos de los magistrados y otros funcionarios del Estado están atados a los de los parlamentarios, la reducción terminaría afectando a más de 2.000 personas en las cúpulas de los poderes públicos. Ante la caída en el monto de sus cheques, los congresistas protagonizaron una ‘operación tortuga’ que impidió el debate de importantes iniciativas del Ejecutivo como la reforma a la salud y el referendo por la paz. 

La reacción de rechazo popular a la prima tiene varias razones y un tema de fondo. El Congreso no pasa por su mejor momento de imagen y el chantaje contra el gobierno por sus salarios se dio ante las cámaras de televisión. Además, en un país con  gran inequidad social y tan alto nivel de informalidad, el pulso por una prima equivalente a más de una docena de salarios mínimos  generó indignación ciudadana. 

Pero la cuestión está en cuánto debe ganarse un alto funcionario del Estado. Si bien Colombia es de los países suramericanos que mayor número de salarios mínimos les paga a sus congresistas después de Chile y Brasil, muchos expertos aducen que es insuficiente para protegerlos de las tentaciones de la corrupción. 

Por otro lado, otras voces opinan que trabajar en un Parlamento es un honor y un servicio público que no debería competir ni compararse con las remuneraciones privadas. No obstante, la discusión compleja de la estructura salarial estatal quedó subsumida dentro de la decisión del gobierno de pagar esa prima y así ayudar a que las ruedas del Congreso se movieran de nuevo.