Sangre en Medellín

En junio de 1983, SEMANA dedicó su portada a los escuadrones, en un momento en que azotaban con una fuerza inédita las calles de Medellín. Operaban así: un taxi llegaba a un lugar y de este descendían hombres encapuchados y ejecutaban a sus víctimas, en la noche o en la madrugada, con un tiro en la cabeza. Luego ocultaban el cadáver y lo abandonaban con una nota: “Ajusticiado por ladrón”. Firmaba el ‘escuadrón de la muerte’. Por estas operaciones exigían entre 10.000 y 50.000 pesos. Ese mismo año, la Procuraduría Nacional dio con varios delincuentes involucrados, pero la situación se mantuvo por años.