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Sed de agua y justicia

17 de febrero de 2007

A pesar de estar en una de las zonas de mayor pluviosidad del planeta y asentada en uno de los sistemas hidrográficos más abundantes del país, 70.000 de los 100.000 habitantes de Quibdó llevan más de 22 días afrontando todo tipo de problemas por conseguir agua para vivir.

Como el acueducto de la capital de Chocó sólo llega al 30 por ciento de la población, el resto de los habitantes se surte de las lluvias, que recogen y almacenan en grandes canecas. Pero debido al fenómeno de El Niño, el verano borró las nubes y puso a los habitantes de la ciudad, que tradicionalmente viven empapados por los aguaceros, a buscar el agua como fuera. Varios carrotanques de Bogotá, Medellín y Cali llegaron para abastecer el líquido, y las autoridades locales tuvieron que declarar la emergencia sanitaria.

En los últimos seis años este departamento recibió 230.000 millones de pesos de transferencias para salud, educación y saneamiento básico. Sin embargo, sólo el 30 por ciento de la ciudad cuenta con acueducto. El verano destapó el robo sistemático y continuado de los recursos financieros de Quibdó, sin que haya algún responsable investigado ni condenado. Ante la crisis, el gobierno nacional, que ya había intervenido la empresa local de acueducto, tiene previsto invertir 33.000 millones de pesos para abastecer al 61 por ciento de la población. Es de esperar que no les entregue los recursos y las obras a los políticos de la ciudad que, sin duda, no han sufrido la crisis, porque a sus casas sí que llega el agua.