“Shakira y yo somos diferentes”

SEMANA: ¿Por usted están peleando importantes casas disqueras?

Ilona: Hoy hay tres casas disqueras interesadas en mi proyecto musical.

SEMANA: ¿Y cuál es ese proyecto?

I: Mi temática musical pasa por contenido social, donde esté presente lo que me afecta, mi dolor. En ella busco retratar los pasos que he dado.

SEMANA: Usted habla de sus pasos anteriores con dolor. ¿Por dónde ha estado?

I: Las diferentes circunstancias de la vida me llevaron a la calle desde la niñez. A los 10 años empecé a vivir en ese mundo duro donde se siente el frío, el miedo, el hambre, las drogas, allí pasé una gran parte de mi vida.

SEMANA: ¿Cuánto tiempo?

I: Es difícil de calcular. Cuando se vive en ese escenario el tiempo es diferente.

SEMANA: ¿Allí conoció la música?

I: La encontré como una forma de liberación y de expresión de ese universo. A los 10 años compuse una canción y luego esa ilusión se convirtió en una forma de sustento económico al cantar en los buses, a llevar allí mis canciones.

SEMANA: ¿Acompañada de su guitarra?

I: Al principio me subía con un amigo pero reafirmé que era mejor llevar mi guitarra porque me daba más independencia. Entonces conseguí una de 30.000 pesos.

SEMANA: ¿Y cómo fue su encuentro con los productores profesionales?

I: Estaba en el momento justo y en el lugar indicado.

SEMANA: Según sus productores, ¿la fuerza y el color de su voz son únicos?

I: Seguramente porque en mi infancia escuché poca música, estuve tan alejada de los medios electrónicos, mi voz es natural porque nunca me propuse imitar a nadie.

SEMANA: Algunos comentaristas musicales de la radio dicen que usted puede ser la competencia de Shakira.

I: Shakira y yo somos diferentes. Ella ya ha construido su camino, compone sus letras de amor y yo de mi mundo, yo soy más urbana. Somos distintas porque nuestra vida y origen son distintos.

SEMANA: La forma de comparar es escuchándola.

I: En marzo saldrá mi primer disco en el que espero transmitir esta dolorosa realidad marcada por el desamparo y la falta de oportunidades, aunque también la de un pueblo que cree.