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¿Y esa platica también se perdió?

El miércoles santo estalló una nueva polémica en Bogotá.

19 de abril de 2014

El miércoles santo estalló una nueva polémica en Bogotá. La Unidad de Mantenimiento Vial anunció la suspensión del contrato de las máquinas tapahuecos que la ciudad había puesto en marcha al comenzar 2014 para sanear los 220.000 baches que tienen sus calles. La decisión no sorprende, pues desde enero tanto la contratación de ese servicio como la efectividad de los aparatos habían estado en la mira de los órganos de control, los expertos y los medios. El contratista Green Patcher Colombia solo alcanzó a tapar 1.000 huecos y, después de vender las máquinas como la última panacea, dice ahora que falta hacerles algunos ajustes. También preocupa que la Veeduría Distrital haya dicho que el contrato viola “los principios de planeación, economía, responsabilidad, transparencia y selección objetiva”. Hay 11.822 millones de pesos de por medio, y es de esperar que los bogotanos, cansados de que se contrate irresponsablemente y se pierda la plata que aportan, no permitan que las tapahuecos terminen metiéndoles un nuevo gol.