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Una cabeza progresista

10 de julio de 2005

El nuevo líder de la Iglesia en Colombia es la definición misma del mediador: "No hay que hacer una justicia tan rígida que rompa todas las posibilidades de paz, como tampoco hacer una paz construida sobre la impunidad".Bogotano de 63 años y una vida consagrada a su vocación, fue vicario apostólico de Puerto Leguízamo. En 1986, Juan Pablo II lo elevó a la dignidad de obispo, y encabezó la Diócesis de San Vicente del Caguán. A partir de entonces, se ha convertido en mediador de los acercamientos entre el gobierno y las Farc. En 1998 promovió el fallido proceso de paz en el gobierno del presidente Andrés Pastrana. Ese mismo año fue designado como arzobispo de Tunja, al tiempo que se desempeñaba como vicepresidente del Episcopado. Hoy, como presidente electo del Episcopado, confía en que la Iglesia continúe con su tarea conciliadora.