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Una lengua ha muerto

El cromarty, dialecto de los pescadores de Black Isle en Escocia, se mantenía vivo gracias a los hermanos Bobby y Gordon Hogg, los últimos que la hablaban a la perfección.

6 de octubre de 2012

El cromarty, dialecto de los pescadores de Black Isle en Escocia, se mantenía vivo gracias a los hermanos Bobby y Gordon Hogg, los últimos que la hablaban a la perfección. Sin embargo, con la muerte de Gordon en abril de 2011, se declaró en peligro de desaparición, y la semana pasada, cuando falleció Bobby a los 92 años, el dialecto quedó oficialmente extinto, pues lo único que queda de él es el material sonoro guardado en archivo. Robert McColl, del departamento lingüístico de la Universidad de Aberdeen, indicó que la muerte de Hogg es altamente significativa para la historia contemporánea. “Fue una lengua que nunca se escribió, venía solo de una cultura y tradición oral. La muerte de Bobby es un muy triste final, era un dialecto muy interesante y no se parecía a ningún otro”, afirmó el investigador.