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Estos son los capturados por el CTI con cocaína.

JUDICIAL

Una y otra vez

La captura de militares con droga de alias Megateo, uno de los guerrilleros más buscados, así como la cancelación de la visa a un jefe de inteligencia regional del Ejército, preocupan al alto mando.

25 de mayo de 2013

El miércoles de la semana pasada el CTI de la Fiscalía terminó una operación que dejó al descubierto un bochornoso episodio para el Ejército y planteó muchas preguntas. A la 1:30 de la madrugada los agentes de la Fiscalía intentaron detener una camioneta cerca al peaje del municipio de Plato, Magdalena. Como el vehículo emprendió la huida,  comenzó una persecución a alta velocidad que se prolongó por varios kilómetros hasta que finalmente lograron detenerlos.

A bordo viajaban tres hombres que se identificaron como militares, un mayor y dos soldados profesionales. Dos de ellos se habían retirado hace poco de la institución y uno de ellos pertenecía al Batallón de Ingenieros número 10, general Manuel Alberto Murillo González, de la Décima Brigada. Al revisar el vehículo, los agentes del CTI encontraron lo que estaban buscando gracias a un trabajo previo de inteligencia. 

Se trataba de 333 kilos de cocaína empacados en diez bultos, además de 16 millones de pesos, prendas militares y algunas armas. Las pesquisas  señalaban que el grupo de militares estaría transportando esa droga hasta un sitio de embarque por encargo de un hombre que se ha convertido en una pesadilla para el gobierno. 

Se trata de Víctor Navarro, alias Megateo, comandante de un pequeño grupo de 50 guerrilleros del EPL en la región del Catatumbo, a quien los últimos cuatro ministros de Defensa han ordenado capturar sin éxito. En enero del año pasado Megateo, quien tiene alianzas con las Farc, el ELN y las bandas criminales en esa región clave para el tráfico de drogas, paralizó varios municipios con actos violentos. 

En ese momento el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, aumentó la recompensa por el subversivo a 2.000 millones de pesos. Pero solo se volvió a tener noticia del guerrillero por el episodio de los militares en Plato. 

En los largos años que lleva la persecución contra este guerrillero no es la primera vez que hay evidencia de que le ayudan uniformados corruptos. En abril de 2006, cuando una carga explosiva instalada por Megateo terminó con la muerte de 16 detectives del DAS, la Fiscalía reveló una serie de interceptaciones en las cuales un coronel activo del Ejército sostenía polémicas conversaciones con él y sus hombres, en las que les indicaba, entre otras cosas, dónde estaban las tropas y retenes del Ejército (escuchar audio en Semana.com). Ese oficial posteriormente terminó destituido por ser uno de los responsables de los falsos positivos de Ocaña. 

A este incidente de la semana pasada se suma otro no menos grave que tiene preocupado al alto mando del Ejército. SEMANA estableció con fuentes de la embajada de Estados Unidos en Bogotá que, debido a serios indicios de relaciones con el narcotráfico, hace pocos meses le fue cancelada la visa estadounidense a un alto oficial que se desempeña en un alto cargo en una regional de inteligencia del Ejército, cuyo nombre esta revista se abstiene de revelar para no entorpecer las investigaciones en Estados Unidos. 

A todo lo anterior se suman otros dos incidentes de militares con droga de hace pocos meses. Uno de ellos ocurrió el 13 de diciembre cuando en  un avión Hércules que había aterrizado en el fuerte de Tolemaida se encontraron 25 kilos de marihuana. La Fiscalía capturó a seis soldados profesionales,  y las entrevistas a los sindicados permitieron establecer que compraron a indígenas y campesinos cerca a Caldono, Cauca, 128 kilos de marihuana, de los cuales solo se encontraron 25 en el Hércules. 

Pocos días después de ese incidente, sobre la vía Calí-Jamundí, en el Valle, un mayor del Ejército que estaba en curso de ascenso a teniente coronel fue descubierto con 25 pacas con 79 kilos de marihuana tipo ‘creepy’. Al ser descubierto el oficial intentó escapar, pero fue capturado. Todos estos incidentes han generado muchas dudas y preguntas, pero sobre todo mucha preocupación en el Ejército.