Una vía que da oro

Más allá de quién tenga la razón, el pleito que desde hace años libran la Gobernación del Valle y el consorcio Opa (antes Cisa), por la fallida concesión de la vía Cali–Candelaria, se ha convertido en una mina de oro para esa empresa. El ex concesionario sólo estuvo al frente del proyecto durante cinco de los 22 años de la concesión (1995-1999), lapso en el cual invirtió 15.423 millones de pesos. Tras la liquidación del contrato, Opa demandó y un laudo arbitral aceptó en 2003 su pretensión de recuperar los dineros invertidos más los intereses. Por esa vía logró recuperar 21.000 millones que le fueron pagados en 2007, durante la gobernación de Angelino Garzón, quien en vano se opuso y por vía tutela llevó el caso hasta la Corte Constitucional. Ahora Opa lidera otro pleito tendiente a recuperar los intereses moratorios por los cuatro años transcurridos entre el fallo arbitral y el pago de la deuda. En conclusión, según los demandantes, el departamento le debe por mora al consorcio otros 20.000 millones que crecen cada mes en 500 millones. Con negocios así, pareciera que en el Valle es mejor ganarse un pleito que una licitación.