País de ricos… y pobres

Para las vacaciones de diciembre, el plan favorito de los colombianos en 1983 era irse de compras. Y mejor aún si podían hacerlo fuera del país. Hace 30 años, SEMANA averiguó dónde se iban de compras navideñas. La conclusión: cada quién se acomodaba a lo que le dictaba el bolsillo. Cientos de miles de personas dejaban el país. Los más ricos tenían a Miami como destino predilecto. Allá recorrían bulevares y tiendas sorprendidos de encontrar artículos que en el país nadie conseguía, tomaban jugo de naranjas gringas y pasaban la tarde en la piscina del hotel. Quienes viajaban a Venezuela y Ecuador, en cambio, lo hacían para ahorrar. El turismo fronterizo, además, era de parte y parte. Cuando la economía colombiana iba bien, en diciembre hordas de venezolanos y ecuatorianos venían para comprar tenis y bluyines a menor precio. Los miembros de la clase alta no escatimaban en lujos, mientras que los de los estratos más bajos no llegaban más allá de Melgar. Hasta hoy, poco han cambiado las cosas.