El ‘panzer’ colombiano

A. R.: Sí. Cuando llegué, comencé de ceros y sabía que iba a ser difícil. No solo por el hablado, también por el frío y las diferencias. Además, a mi equipo, el Hertha de Berlín, no le iba bien. Pero una cosa me ayudó: el deseo de triunfar.

A. R.: Yo sueño con jugar en Brasil, y ya me han convocado dos veces. Pero hay que ser paciente. ¡Y lo más importante es que el Tigre se recupere!

A. R.: Cuando oyen el nombre de Colombia piensan en el Pibe y compañía. Eso me llena de alegría porque ellos marcaron la historia y así los europeos saben que el país tiene una parte positiva. 

A. R.: Esa es nuestra tarea. La generación del Pibe creó una esencia. Pero hay que avanzar, y algunas cosas han cambiado. Hoy el jugador colombiano es más maduro. Falcao, James, Armero y Zúñiga son buenos ejemplos.

A.R.: Velocidad y contundencia. Antes no solo había toque, sino también mucho mano a mano. Ahora se maneja más táctica y estrategia.

A. R.: Sí. Pero su mayor aporte ha sido psicológico. Él nos dio confianza. De un momento a otro la presión de fuera dejó de importar. Nos enseñó que un resbalón no es suficiente para caer. Decía: “Hagan lo suyo en la cancha, más allá de las críticas”. Y la fórmula le funcionó. 

A. R.: ¡No! El Borussia es un grande de Europa. Tiene una hinchada y un técnico que nunca dejan caer al equipo. En la Champions ha demostrado que es una potencia. Estoy muy feliz.