Entrevista

“El tráfico de Bogotá es una bandeja paisa”

El comandante de Tránsito de Bogotá, coronel Ómar González, dio su parte de lo que está ocurriendo con la accidentalidad en la capital.

25 de agosto de 2007

SEMANA: ¿Qué tan disparada está la accidentalidad en la capital?
ÓMAR GONZÁLEZ: Mucho. En lo corrido del año los accidentes han crecido 12 por ciento este año y el índice de personas muertas aumentó 18 por ciento. Los más afectados son los peatones y los motociclistas, en los que la accidentalidad creció en más del 80 por ciento, esto porque Bogotá pasó de tener 50.00 motos en 2005 a más de 100.000 este año.

SEMANA: ¿No es un chicharrón muy grande manejar el transito de esta ciudad?
C.O.G.: Sí, pero es más una bandeja paisa, con cosas buenas, pero con mucho chicharrón.

SEMANA: ¿Cuáles son esos chicharrones?
C.O.G.: Muchos. El principal es que no hay una política de Estado asociada a la seguridad vial. Por ejemplo, la cátedra de educación vial se debería enseñar de manera obligatoria desde primaria, para que de adultos, sean ciudadanos y conductores responsables, pues han interiorizado las normas y los niveles de riesgo. Hoy, sólo dos de cada 10 personas en Colombia están adecuadamente capacitadas para manejar.

SEMANA: Eso no tiene sentido.
C.O.G.: Los colombianos ven la licencia como un derecho, no como el privilegio que es. En otros países solo se les concede a quienes pasan exigentes pruebas teóricas y prácticas. Por eso en Colombia cuando un conductor ve un pare o un semáforo y no hay un policía, cree que puede hacer lo que quiera, sin saber que está poniendo en riesgo la vida de los demás.

SEMANA: ¿No es desgastante ver cómo se violan las normas a diestra y siniestra?
C.O.G.: Sí. En Bogotá hay 1.400.000 carros, 15.000 kilómetros de vías, 54.000 cruces y 10.000 semáforos que muy difícilmente se pueden controlar con los 1.218 agentes que tenemos. Claro que el problema no es policial, sino cultural, pues en Santiago de Chile, que tiene un número similar de carros, se maneja el tránsito con 500 carabineros.

SEMANA: Ahora las motos son parte del problema.
C.O.G.: Contrario a lo que se piensa, se requieren más destrezas para manejar moto que carro, y lo que estamos viendo es que muchos se suben sin saber montar bicicleta. En nuestros puestos de control, nueve de cada diez motociclistas pierden el examen.

SEMANA: ¿Es decir, que para cambiar esto se requiere un nuevo Código de Tránsito?
C.O.G.: Se requieren cambios y nuevas normas. Por ejemplo, que podamos poner comparendos a los carros y no al pase, lo que permitiría poner sistemas electrónicos fotográficos, o cambiar ciertos partes por una reconvención verbal. Mientras en otros países conducir embriagado es un delito, el señor que arrolló y mató a dos personas el jueves pasado está libre, esperando a ser llamado a un juicio en el que seguramente recibirá una pena excarcelable.

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